Finalmente la calle dedicada en La Cogullada a un terrassense que siendo voluntario de la División Azul, murió en Rusia defendiendo las banderas nazis, ha desaparecido. Lo hace muchos años después de que el nombre de Salvador Gros debió dejar de estar en las placas de esta pequeña calle. Parece ser que nadie se había percatado de tamaña barbaridad, pese a que el consistorio de esta localidad barcelonesa asegura que el nombre desaparecido había generado polémicas. Ahora la vía ha pasado a llamarse Font de la Noguera, porque de acuerdo a la Comisión de Nomenclatura local, es un nombre de referencia en el barrio. Alguien se los habrá dicho. No estamos para discutirlo, aunque sí para sonreirnos socarronamente.
Y como adelantábamos hace unos días, unos remozados jardínes de Can Parellada, han pasado a llamarse a petición de los vecinos -no se dice cuántos ni en qué porcentaje- Jardines de Palestina. Eso habrá sido que a alguno de nuestros curiosos y pintorescos políticos que imbuido de la nueva ola populista que se apodera del ayuntamiento, le habrá parecido hermoso el nombre. Feo no es, en realidad, pero dudamos que hayan sido los vecinos del barrio los que lo hayan propuesto mayoritariamente, porque eso no hay forma de demostrarlo.
La comisión, que si a ver vamos, sobra en tiempos de crisis, porque bastaría con poner a trabajar a un par de concejales para que justifiquen sus elevados sueldos, también ha cambiado algunos otros nombres, aunque ninguno de importancia.
Y como adelantábamos hace unos días, unos remozados jardínes de Can Parellada, han pasado a llamarse a petición de los vecinos -no se dice cuántos ni en qué porcentaje- Jardines de Palestina. Eso habrá sido que a alguno de nuestros curiosos y pintorescos políticos que imbuido de la nueva ola populista que se apodera del ayuntamiento, le habrá parecido hermoso el nombre. Feo no es, en realidad, pero dudamos que hayan sido los vecinos del barrio los que lo hayan propuesto mayoritariamente, porque eso no hay forma de demostrarlo.
La comisión, que si a ver vamos, sobra en tiempos de crisis, porque bastaría con poner a trabajar a un par de concejales para que justifiquen sus elevados sueldos, también ha cambiado algunos otros nombres, aunque ninguno de importancia.