Cuando la señora Catalina se compró una radio de tubos Saba, mi tía Ermelinda adquirió una Grundig y como la Saba de la señora Catalina dijo que le costó 328 pesetas. mi tía Ermelinda contó a quien quisiera escucharla que su Grundig le significó una inversión de 1,213 pesetas, de esa forma quería decir que su equipo a través del que escuchaba la radionovela "El derecho de nacer", esa del Dr. Albertico Limonta que no es hijo de la gran dama a la que cree su madre, sino de la humilde criada que años antes, agobiada por las circunstancias se vio en la necesidad de regalarlo a una señora de alta alcurnia... etc. Su equipo, quería decir, era mejor porque era mucho más caro.
La cosa es que cuando mi tía Ermelinda se compró un 600, la señora Catalina adquirió un 125 y se la pasaban en esa competencia hasta que la una primero y la otra después pasaron a mejor vida más o menos de lo mismo, un infarto agudo al miocardio mi buena familiar y un infarto cerebral la Catalina.
Lo cierto es que hace unas cuantas lunas nuestro popular alcalde Jordi Ballart anunció un nuevo sistema de recogida de basuras con camiones ecológicos y contenedores laterales o algo así, que le costaron a la ciudad dos millones de euros. Y mira tú por dónde, el impopular alcalde de Sabadell, Joan Carles Sánchez, anuncia hoy que su nuevo sistema de limpieza es el mejor de España y que le costó 16 millones ¡Madre mía, con la que nos está cayendo!
Pero, solamente al ver los contenedores que son idénticos en una y otra ciudad, hemos de llegar a una conclusión... por el Vallés Occidental pasó un comercial de cosas de escombros y basuras y eso y convenció a los dos alcaldes de las co capitales para endosarles a precio de bagatela algo que de momento no necesitaban.
Lo curioso es que uno pagó dos millones y su rival, 16...
Así es la vida. Así son y así están las cosas.