La investigación comenzó a raíz de unas quejas vecinales y ante estos hechos, los Mossos establecieron un dispositivo de investigación para corroborar los hechos denunciados.
De esta manera y con todas las pruebas pertinentes, el pasado 10 de julio la Unidad de Investigación realizó una entrada y registro a la Asociación Cannábica junto con efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Rubí y la de san Cugat, del Área de Recursos Operativos (ARRO) y de la Unidad Canina con la autorización de la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Rubí.
En el momento de la intervención policial había en el interior del local una cuarentena de personas, la gran mayoría de las cuales consumiendo sustancias estupefacientes.
De las declaraciones de estas personas se desprendió que dicha asociación se había convertido en un comercio de sustancias estupefacientes pues los socios podían comprar, podían consumir allí mismo e incluso podían sacar al exterior sin ningún tipo de control.
De hecho, en el mismo momento de la intervención en el local, agentes del mismo dispositivo identificaron varias personas en un parque cercano que tenían droga. Al ser interrogadas por la procedencia de la droga respondieron que la habían comprado a un socio del club cannábico, el cual obtenía de esta asociación y se los suministraba.
En el registro del local se decomisó una gran cantidad de sustancias estupefacientes, principalmente marihuana, hachís y otros derivados. También se decomisaron 80 paquetes de tabaco, los cuales estaban, presuntamente, a la venta.
Por todo lo expuesto se procedió a la detención del secretario de la asociación y el tesorero por un presunto delito contra la salud pública. Con posterioridad, por el mismo motivo, los agentes detuvieron al presidente de la asociación y uno de los trabajadores quedó imputado.
En ese momento, el local de la Asociación Cannábica está precintado por orden judicial y los detenidos quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.