Sin embargo, esos dos millones de euros que se sacaron de la manga, porque no de otro sitio habrán salido en una ciudad endeudada como pocas, para adquirir los contenedores y nuevos camiones, de poco han servido, porque así como la mentalidad incívica de muchos terrassenses no se ha conmovido frente al progreso que se dice que hemos alcanzado respecto a la basura, los artilugios grandes, opulentos, bien pintados, hermosos, aunque tan malolientes vomo los anteriores, han comenzado a presentar desperfectos incomprensibles en un lapso tan breve de tiempo.
En efecto, algunas de las palancas de pies para abrir la tapa de los contenedores de escombros varios, es decir los grises (que nada tienen que ver con los maderos franquistas), han comenzado a estar de adorno y aunque es cierto que no pasa nada porque se pueden abrir con la mano, tampoco es menos cierto que por dos millones podrían haber durado al menos un año sin averías.
Pienso, sin embargo, que no habrá problemas, porque esta adquisición que tiene que haber seguido a un proceso de licitación transparente, una virtud que nos honra al menos en la letra, debe contemplar el reemplazo o reparación de los contenedores dañados... De lo contrario, lo de los escombros se sumará a una de las tantas tomaduras de pelo a las que nos vamos, lamentablemente, acostumbrando
Así es la vida. así son y así están las cosas.