Con sardanas, habaneras y otras pocas actividades, entre las que destaca con luz propia la exhibición de fuegos artificiales a través de los cuales los políticos municipales despilfarran dineros públicos en un circo que con la crisis que tenemos encima ha sido un acto absolutamente prescindible, se acaba este miércoles, la parafernalia juerguística que a unos pocos les ha hecho olvidar la ruina que tenemos y a otros la que nos viene.
Como es tradicional, el castillo de fuegos artificiales, que corre por cuenta de los dineros de los terrassenses que a través del Ayuntamiento recibe la Pirotècnia Zaragozana que lo quemará a través de petardos, se iniciará a las diez y media de la noche en su enclave habitual, es decir las esquinas de las avenidas del Abat Marcet y Josep Tarradellas.
Como es tradicional, el castillo de fuegos artificiales, que corre por cuenta de los dineros de los terrassenses que a través del Ayuntamiento recibe la Pirotècnia Zaragozana que lo quemará a través de petardos, se iniciará a las diez y media de la noche en su enclave habitual, es decir las esquinas de las avenidas del Abat Marcet y Josep Tarradellas.