En la calle Colón de Terrassa hay una Clínica Dental que por el reclamo publicitario en forma de dibujo que tiene en la entrada, el suplicio de ir al dentista puede convertiurse en todo un placer.
No estamos en condiciones de hablar con propiedad de la calidad de los profesionales y de los servicios, aunque por lógica, deben ser buenos, pero con ese dibujo, desde luego la simpatía de los integrantes de la clínica está fuera de toda duda.
El "ratoncito Pérez" enseñando una muela a una chiquilla recostada en su lecho, parece decir a los peques que tras una extracción, hay un reconocimiento, tradicionalmente en forma de monedas, aunque como están las cosas, hasta los padres de los niños y niñas se ven en ocasiones obligados a firmarles un pagaré, eso sí, sin fecha de vencimiento, a cuenta del regalo del famoso ratón.
No estamos en condiciones de hablar con propiedad de la calidad de los profesionales y de los servicios, aunque por lógica, deben ser buenos, pero con ese dibujo, desde luego la simpatía de los integrantes de la clínica está fuera de toda duda.
El "ratoncito Pérez" enseñando una muela a una chiquilla recostada en su lecho, parece decir a los peques que tras una extracción, hay un reconocimiento, tradicionalmente en forma de monedas, aunque como están las cosas, hasta los padres de los niños y niñas se ven en ocasiones obligados a firmarles un pagaré, eso sí, sin fecha de vencimiento, a cuenta del regalo del famoso ratón.