Aunque es cierto que no hay paralelismos históricos entre el ya fracasado proyecto independentista que alcanzó su mayor aunque insuficiente victoria en Glasgow, la ciudad más poblada del Reino, y el catalán, la poca inteligencia política nativa quiso crear unos vínculos inexistentes en una estructura en la que el único parecido era el fin y esto puede acarrear consecuencias al proceso.
La reivindicación por parte de los catalanes que exigen la independencia de España, tiene unas bases históricas absolutamente propias, muchas veces discutibles tantas como discutidas, por lo que vincular los dos procesos ha sido un riesgo y el resultado del final es un cubo de agua congelada que se suma al que ya se ha encargado de tirar esa honorable familia integrada por algunos chorizos y presuntos chorizos según se haya confesado o no, que solapada en el nacionalismo gobernó como un clan en el Principado,.
Obviamente en menos de dos meses el hielo se atemperará y aunque la consulta será si SI o si NO a un referéndum independentista, también tiene su segunda interrogante en el hecho de si el votante quiere que Cataluña sea un Estado independiente y ante esta doble cuestión, el ciudadano deberá tomar una decisión o con el corazón, que es el que mueve las manifestaciones de hoy, o, como ayer hicieron los escoceses, con el corazón y la mano puesta en el bolsillo ...
No en vano el resto de Europa advirtió a los hijos de William Wallace que de ganar el SI, quedarían automáticamente fuera de la Unión, de acuerdo al Tratado constitucional y fuera, además, de la libra esterlina, según aseguró Londres. ... En esto, lamentablemente, sí hay paralelismos.
Así es la vida. así son y así están las cosas.