Nota de Prensa.- La segunda sesión del curso «75 años del exilio republicano catalán», organizado por el Centro de Estudios Históricos de Terrassa y por Òmnium Cultural, contó con la presencia de la historiadora Elisenda Barbé, que hizo un repaso sistemático de las características principales del periplo de los exiliados, sobre todo los catalanes, un 20% del total de los republicanos.
Evaluó en casi 700.000 el número de exiliados que, para salvar las vidas, cruzaron la frontera durante la guerra, dos terceras partes de los que lo hicieron entre el 27 de enero y el 13 de febrero del 39 a raíz del fin de la Campaña de Cataluña. Barbé incidió en varias facetas de la tragedia humana que se esconde detrás de la contundencia de las cifras: hambre, frío, sentimiento de derrota, separación de los miembros de las familias, rechazo inicial del gobierno francés ante la avalancha de exiliados, desprecio de los vencedores, la debilidad de su consideración legal (no eran ni apátridas ni tenían la condición de refugiados políticos) ... Al final de 1939, ya habían vuelto 300.000 los exiliados en primera instancia, pero 200.000 (entre ellos, las principales figuras de la cultura, las ciencias, la política ...) se convirtieron en exiliados permanentes.
Elisenda Barbé incidió especialmente en tres ámbitos: los campos de concentración de la Cataluña del Norte y sus condiciones de vida, la influencia del estallido de la II Guerra Mundial (para unos representó la reanudación de la lucha contra el fascismo ; para otros, la oportunidad de irse de Francia) y la diáspora americana, con México y Chile a la cabeza. Como Barbé prepara su tesis sobre el exilio en la República Dominicana (el proceso se hizo bajo la dictadura del presidente Trujillo), presentó unas conclusiones bien innovadoras sobre este caso muy particular y bastante desconocido. En todos los aspectos, la ponente expuso, con destreza, los matices de la diversidad política, social y cultural del exilio.
La tercera sesión está prevista para el martes 18 de noviembre y correrá a cargo del militante y estudioso del movimiento libertario Octavio Alberola, actualmente residente en Francia y que se desplazará expresamente a Terrassa para la ocasión.
Evaluó en casi 700.000 el número de exiliados que, para salvar las vidas, cruzaron la frontera durante la guerra, dos terceras partes de los que lo hicieron entre el 27 de enero y el 13 de febrero del 39 a raíz del fin de la Campaña de Cataluña. Barbé incidió en varias facetas de la tragedia humana que se esconde detrás de la contundencia de las cifras: hambre, frío, sentimiento de derrota, separación de los miembros de las familias, rechazo inicial del gobierno francés ante la avalancha de exiliados, desprecio de los vencedores, la debilidad de su consideración legal (no eran ni apátridas ni tenían la condición de refugiados políticos) ... Al final de 1939, ya habían vuelto 300.000 los exiliados en primera instancia, pero 200.000 (entre ellos, las principales figuras de la cultura, las ciencias, la política ...) se convirtieron en exiliados permanentes.
Elisenda Barbé incidió especialmente en tres ámbitos: los campos de concentración de la Cataluña del Norte y sus condiciones de vida, la influencia del estallido de la II Guerra Mundial (para unos representó la reanudación de la lucha contra el fascismo ; para otros, la oportunidad de irse de Francia) y la diáspora americana, con México y Chile a la cabeza. Como Barbé prepara su tesis sobre el exilio en la República Dominicana (el proceso se hizo bajo la dictadura del presidente Trujillo), presentó unas conclusiones bien innovadoras sobre este caso muy particular y bastante desconocido. En todos los aspectos, la ponente expuso, con destreza, los matices de la diversidad política, social y cultural del exilio.
La tercera sesión está prevista para el martes 18 de noviembre y correrá a cargo del militante y estudioso del movimiento libertario Octavio Alberola, actualmente residente en Francia y que se desplazará expresamente a Terrassa para la ocasión.