El presupuesto ordinario del Ayuntamiento para el 2015 será de 164.883.000 euros un 1,04% inferior al de 2014. A pesar de esta ligera disminución, el presupuesto mantiene una orientación clara de distribución de los recursos para garantizar los servicios públicos municipales y afrontar las necesidades generadas por el actual contexto económico y social. En este sentido, se hará un esfuerzo en políticas sociales de vivienda y en servicios básicos como educación y servicios sociales. La promoción económica es otro ámbito destacado en el proyecto de presupuesto, ya que se mantiene la apuesta por las actuaciones que ayuden a reactivar la economía y consoliden y fortalezcan el tejido productivo de la ciudad, favoreciendo la creación de puestos de trabajo. Se hará un esfuerzo especial en los servicios a las empresas, las políticas de dinamización comercial y de empleo. En cuanto al mantenimiento del espacio público, las prioridades serán la gestión de residuos, la limpieza viaria y la seguridad ciudadana.
En el capítulo de inversiones se priorizan las actuaciones de mejora de edificios, del espacio público y de innovación tecnológica. Habrá una partida destinada al proceso de esponjamiento del barrio Ca n'Anglada, y se atenderán también las obligaciones derivadas de expropiaciones de terrenos.
Para conseguir un ahorro en el gasto corriente que ayude a redistribuir los recursos disponibles, las cuentas municipales contemplan políticas de eficiencia, de innovación y de contención del capítulo de personal, pero sin comprometer los servicios esenciales. El rigor y la prudencia son dos premisas que se han tenido en cuenta en la confección del presupuesto con el objetivo de garantizar la solvencia, la viabilidad económica, el pago a proveedores en los plazos legales y la sostenibilidad de los futuros presupuestos.
En definitiva, el presupuesto del Ayuntamiento de Terrassa para el 2015 se ha planteado con la voluntad de mantener unos servicios municipales de calidad, pero sostenibles económicamente y de afrontar las necesidades propias de una política social avanzada, teniendo en cuenta el principio de equidad y de atención a las personas que más lo necesitan.