Tres vecinos de Terrassa, dos españoles y uno marroquí, han sido detenidos en el curso de una amplia operación policial en la que también han sido arrestados otro sujeto y cuatro personas más han sido imputadas, todos ellos miembros de una organización criminal dedicada al tráfico de hachís en todo el territorio español.
En un comunicado de prensa, los Mossos d'esquadra han señalado que la investigación se inició después de que los agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Vic tuvieran acceso a la información de un transporte de droga que había que hacer por la autovía C-17 el pasado mes de julio. Por ello, se montó un dispositivo, junto con efectivos del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Central, con el fin de interceptar este transporte a la altura de la localidad de Malla (Osona). En esta ocasión la droga la trasladaban con un vehículo precedido por otro que hacía las funciones de avanzada. Cuando el vehículo sospechoso llegó a la zona acotada por el operativo policial, los agentes intervinieron para interceptarlo. La respuesta del vehículo de avanzada, al verse bloqueado por los vehículos policiales, fue la de intentar fugarse de la zona del dispositivo y, incluso, llegó a colisionar con los coches policiales, aunque no conseguir su propósito.
Los mossos detuvieron a dos de los tres de los ocupantes de los turismos, siendo el fugado posteriormente identificado, e intervinieron 67 kilogramos de una sustancia estupefaciente que los análisis posteriores determinaron que correspondían a hachís. El Juzgado de Instrucción número 2 de Vic se hizo cargo de la causa y decretó el ingreso en prisión de uno de los dos detenidos.
A partir de esta intervención y teniendo en cuenta que los investigadores tuvieron constancia de que se trataba de un grupo más grande que traficaba con hachís en la comarca de Osona, se hizo cargo de la investigación la Unidad Central de Estupefacientes. Las pesquisas policiales situar el foco sobre tres personas que pudieron ser identificadas: se trataba de tres hombres con diferente parentesco entre sí, todos de nacionalidad marroquí y que tenían un rol principal dentro de la organización. En esta fase de la investigación los policías constataron que los tres estaban huidos en Marruecos.
A principios del mes de octubre los investigadores del caso supieron que uno de los investigados había retornado a Cataluña y que se alojaba en un piso alquilado en la localidad de Terrassa. En este momento las averiguaciones situaron la acción policial sobre la actividad que hacía y así se pudo corroborar que este hombre se reunía periódicamente con otro hombre que regentaba un negocio en Terrassa. A esta persona la inteligencia policial ya lo relacionaba con el decomiso realizado en el mes de julio y con el resto de personas investigadas.
Los agentes estrechar el círculo sobre este hombre y determinaron que participaba directamente en los transportes de hachís que gestionaba uno de los investigados, además de corroborar que se desplazó al sur de la península ibérica y en Madrid para proveerse de una cantidad de hachís, en aquellos momentos indeterminada, que almacenó en un parking de Terrassa para prepararla para su distribución.
Es en este momento que los agentes intervinieron la sustancia almacenada ya que la información de la que disponían revelaba que estaban buscando compradores para colocar la mercancía y había que intervenir antes de que la droga y sus efectos desaparecieran.
A finales del mes de octubre se realizaron tres entradas y pesquisas en la localidad de Terrassa y se detuvieron a tres personas. En una de las entradas se localizaron 185 kilogramos de hachís, que es la cantidad que habían llevado y que esperaban introducir en el mercado negro, además de una pistola simulada y una carabina. En las otras dos entradas se intervino diversa documentación, básculas de precisión, dispositivos electrónicos, un contador de billetes, varios teléfonos móviles y dinero en metálico
Dos de los tres detenidos ingresaron en prisión y se considera que la organización ha quedado desactivada, a la espera de seguir con las pesquisas para localizar y detener a los restantes miembros identificados por los que se ha solicitado la emisión de cuatro órdenes internacionales de detención.
En un comunicado de prensa, los Mossos d'esquadra han señalado que la investigación se inició después de que los agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Vic tuvieran acceso a la información de un transporte de droga que había que hacer por la autovía C-17 el pasado mes de julio. Por ello, se montó un dispositivo, junto con efectivos del Área de Investigación Criminal de la Región Policial Central, con el fin de interceptar este transporte a la altura de la localidad de Malla (Osona). En esta ocasión la droga la trasladaban con un vehículo precedido por otro que hacía las funciones de avanzada. Cuando el vehículo sospechoso llegó a la zona acotada por el operativo policial, los agentes intervinieron para interceptarlo. La respuesta del vehículo de avanzada, al verse bloqueado por los vehículos policiales, fue la de intentar fugarse de la zona del dispositivo y, incluso, llegó a colisionar con los coches policiales, aunque no conseguir su propósito.
Los mossos detuvieron a dos de los tres de los ocupantes de los turismos, siendo el fugado posteriormente identificado, e intervinieron 67 kilogramos de una sustancia estupefaciente que los análisis posteriores determinaron que correspondían a hachís. El Juzgado de Instrucción número 2 de Vic se hizo cargo de la causa y decretó el ingreso en prisión de uno de los dos detenidos.
A partir de esta intervención y teniendo en cuenta que los investigadores tuvieron constancia de que se trataba de un grupo más grande que traficaba con hachís en la comarca de Osona, se hizo cargo de la investigación la Unidad Central de Estupefacientes. Las pesquisas policiales situar el foco sobre tres personas que pudieron ser identificadas: se trataba de tres hombres con diferente parentesco entre sí, todos de nacionalidad marroquí y que tenían un rol principal dentro de la organización. En esta fase de la investigación los policías constataron que los tres estaban huidos en Marruecos.
A principios del mes de octubre los investigadores del caso supieron que uno de los investigados había retornado a Cataluña y que se alojaba en un piso alquilado en la localidad de Terrassa. En este momento las averiguaciones situaron la acción policial sobre la actividad que hacía y así se pudo corroborar que este hombre se reunía periódicamente con otro hombre que regentaba un negocio en Terrassa. A esta persona la inteligencia policial ya lo relacionaba con el decomiso realizado en el mes de julio y con el resto de personas investigadas.
Los agentes estrechar el círculo sobre este hombre y determinaron que participaba directamente en los transportes de hachís que gestionaba uno de los investigados, además de corroborar que se desplazó al sur de la península ibérica y en Madrid para proveerse de una cantidad de hachís, en aquellos momentos indeterminada, que almacenó en un parking de Terrassa para prepararla para su distribución.
Es en este momento que los agentes intervinieron la sustancia almacenada ya que la información de la que disponían revelaba que estaban buscando compradores para colocar la mercancía y había que intervenir antes de que la droga y sus efectos desaparecieran.
A finales del mes de octubre se realizaron tres entradas y pesquisas en la localidad de Terrassa y se detuvieron a tres personas. En una de las entradas se localizaron 185 kilogramos de hachís, que es la cantidad que habían llevado y que esperaban introducir en el mercado negro, además de una pistola simulada y una carabina. En las otras dos entradas se intervino diversa documentación, básculas de precisión, dispositivos electrónicos, un contador de billetes, varios teléfonos móviles y dinero en metálico
Dos de los tres detenidos ingresaron en prisión y se considera que la organización ha quedado desactivada, a la espera de seguir con las pesquisas para localizar y detener a los restantes miembros identificados por los que se ha solicitado la emisión de cuatro órdenes internacionales de detención.