Con un estilo que pareciera valiente pero que no se moja y que menciona al socialismo en general y que además, propone una regeneración sin especificar cómo alcanzarla, dejándola varada en el plano de las utopías, Ballart pone en la misma batidora a PP y PSOE -no hace en ningún momento mención al PSC, sucursal catalana del socialismo español- y en otra batidora paralela los casos de corrupción que salpican a los mismos partidos.
De una manera aparentemente bastante ingenua, el alcalde de Terrassa que aprovecha sus vacaciones para hacer estas divagaciones que más bien parecen formar parte de una campaña de imagen de cara al 2015 Ballart, nos cuenta que los enfrentamientos entre las derechas Socialista y Popular, huelen a viejo, a cosa gastada... esperemos que no se refiera a los ancianos, bastante cabreados en general por su inoportuna eliminación de la gratuidad en el transporte público de los jubilados.
Ballart exige que en política hay que hablar claro y hacerlo, dice, dentro del modelo de sociedad mediática y tecnológica en la que sin duda vivimos. Pero no hay que hacerlo desde el partidismo tradicional. El debate debe hacerse sobre ideas, proyectos, sobre respuestas a los retos económicos o sociales.
Reconoce el joven político, que la mayoría de la gente cree en pocas cosas y está cansada de la política y reclama una política mejor y diferente, unas izquierdas distintas y como ejemplo de ello cita a los crecientes movimientos callejeros alternativos. Hay que hacer cambios porque el modelo, afirma, está agotado, aunque nos ha servido pero ya no puede continuar igual.
Olvida el alcalde de Terrassa, que la política, las ideas, los movimientos sociales siempre han estado ahí, pero la que lo ha pervertido en su beneficio ha sido la casta que integra. No es un secreto que tras cada revolución llegan los políticos a moderarla, condicionarla y desbaratarla.
No por lo anterior deja de ser interesante el llamamiento a la regeneración de los socialismos, que no es otra cosa que volver a sus principios ideológicos, porque abre una puerta de esperanza hacia la igualdad, especialmente cuando afirma que los socialistas se han perdido cuando actuan como conservadores de izquierda.
Sin embargo, Ballart en esta oportunidad, no dice nada que no haya dicho otro político del sistema, aunque en su caso, dada su juventud y entusiasmo, abre un cierto camino de esperanzas que esperemos que no sean como los brotes verdes que se inventó Zapatero, el mismo del pleno empleo, para hacer creer, como los conservadores que le sucedieron, que las cosas comienzan a ir por buen camino.
Creemos que el alcalde de Terrassa al enarbolar una bandera de cambio antisistema, habrá medido las dificultades, porque de lo contrario, debería armarse de valor y arriesgarse a formar otra agrupación política que podría aglutinar lo que aún quede de izquierdas en la suya así como de los demás, dispuestos a sumarse a la lucha de una figura carismática y aparentemente animada por una política realmente de izquierdas.
Una carencia destaca lamentablemente en este mensaje innovador o simplemente electoral de Ballart y es la omisión del tema tan candente en Catalunya como el de su eventual independencia. Fijar una posición clara, valerosa y firme al respecto, le ayudaría a definir su futuro político e incluso podría convertirle en abanderado de la izquierda en uno u otro sentido, porque, aunque los interesados digan lo contrario, no existe una tercera vía... Somos o no somos.
Artículo de Jordi Ballart Pastor