Esta explicación, que hace bueno el dicho de que "no hay peor ciego que el que no quiere ver", omite dos realidades paralelas, como la crisis que afecta con especial dureza a esta ciudad y los precios excesivamente altos de las entradas a las instalaciones, que son inasumibles, incluyendo las bonificaciones a los bonos, para muchísimas familias con dificultades de subsistencia.
El día que en Terrassa las explicaciones de las estadísticas se realicen rigurosamente y no desde la perspectiva económica de quien la efectúe, podremos tener conclusiones válidas de los datos que arrojen los estudios.
Terrassa en la Mira destacó desde un principio y en jornadas calurosas y soleadas la disminución de bañistas, al menos en Vallparadis, en un verano caracterizado además por la percepción de que bastantes familias que tradicionalmente emigraban durante el verano, este año no lo han hecho, haciendo más incompleto el estudio estadístico del consistorio que fríamente señala que las piscinas recibieron 15 mil personas menos hasta el 25 de agosto.