Nota de Prensa.- El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, ha trasladado su apoyo a los trabajadores y trabajadoras del Consorcio Sanitario de Terrassa, en defensa de unas condiciones laborales que permitan garantizar la calidad de la atención sanitaria por la que se ha significado este centro y que podría verse afectada por la reducción presupuestaria de los últimos años.
El comité de empresa del CST pidió una reunión al alcalde para explicarle de primera mano sus inquietudes en relación a las condiciones laborales de los profesionales de este centro sanitario, que consideran que han llegado a una situación límite insostenible. Ballart se ha reunido este mediodía en la alcaldía, junto con la concejala de Salud, Josefina Soler, y el gerente municipal, Pere Montaña, y les ha mostrado su apoyo y su comprensión: "Desde el Ayuntamiento compartimos totalmente la preocupación que esta situación no ponga en riesgo la calidad de la atención sanitaria a los usuarios de este centro, y para garantizar los derechos fundamentales de los profesionales que trabajan ", dijo el alcalde.
Por este motivo, el alcalde se ha comprometido a trasladar personalmente esta preocupación al consejero de Salud, Boi Ruiz, en la reunión que próximamente deben mantener ambos en relación a varios aspectos relativos a la situación de la sanidad pública en la ciudad.
En este sentido, Jordi Ballart ha expresado que "en momentos como los actuales hay que defender un modelo de sanidad pública sostenible en toda Cataluña y, especialmente, a todos los municipios. Un derecho fundamental como es la atención sanitaria debe estar por encima de intereses políticos y de recortes. Es del todo injusto que, una vez más, los profesionales de la sanidad y también la ciudadanía reciba las consecuencias de una política que no piensa en las personas ".
El personal del CST comenzó ayer una serie de concentraciones diarias de cinco minutos para expresar su queja contra lo que consideran recortes desmesuradas de sus condiciones laborales, que han reducido su poder adquisitivo en un 25%, y una mala gestión del centro, que repercute en la atención que se ofrece.
En una carta dirigida a todos los partidos políticos, el comité de empresa del centro se queja de que, a pesar del esfuerzo de los trabajadores, que están asumiendo unas condiciones de trabajo que años atrás eran impensables, las listas de espera siguen creciendo y las condiciones asistenciales empeoran. También denuncian que, ante el colapso del centro, se deriva parte de la actividad en centros privados, asignando recursos públicos y empobreciendo aún más el servicio.
El comité de empresa del CST pidió una reunión al alcalde para explicarle de primera mano sus inquietudes en relación a las condiciones laborales de los profesionales de este centro sanitario, que consideran que han llegado a una situación límite insostenible. Ballart se ha reunido este mediodía en la alcaldía, junto con la concejala de Salud, Josefina Soler, y el gerente municipal, Pere Montaña, y les ha mostrado su apoyo y su comprensión: "Desde el Ayuntamiento compartimos totalmente la preocupación que esta situación no ponga en riesgo la calidad de la atención sanitaria a los usuarios de este centro, y para garantizar los derechos fundamentales de los profesionales que trabajan ", dijo el alcalde.
Por este motivo, el alcalde se ha comprometido a trasladar personalmente esta preocupación al consejero de Salud, Boi Ruiz, en la reunión que próximamente deben mantener ambos en relación a varios aspectos relativos a la situación de la sanidad pública en la ciudad.
En este sentido, Jordi Ballart ha expresado que "en momentos como los actuales hay que defender un modelo de sanidad pública sostenible en toda Cataluña y, especialmente, a todos los municipios. Un derecho fundamental como es la atención sanitaria debe estar por encima de intereses políticos y de recortes. Es del todo injusto que, una vez más, los profesionales de la sanidad y también la ciudadanía reciba las consecuencias de una política que no piensa en las personas ".
El personal del CST comenzó ayer una serie de concentraciones diarias de cinco minutos para expresar su queja contra lo que consideran recortes desmesuradas de sus condiciones laborales, que han reducido su poder adquisitivo en un 25%, y una mala gestión del centro, que repercute en la atención que se ofrece.
En una carta dirigida a todos los partidos políticos, el comité de empresa del centro se queja de que, a pesar del esfuerzo de los trabajadores, que están asumiendo unas condiciones de trabajo que años atrás eran impensables, las listas de espera siguen creciendo y las condiciones asistenciales empeoran. También denuncian que, ante el colapso del centro, se deriva parte de la actividad en centros privados, asignando recursos públicos y empobreciendo aún más el servicio.