Aunque es una situación que todo el mundo conoce, así como que una de las soluciones está sin duda en adelgazar el grueso aparato burocrático de las administraciones, alimentado por el amiguismo y los acuerdos de gobernabilidad partidista, el Ayuntamiento de Terrassa ha descubierto el aumento de la vulnerabilidad de los niños y niñas en el actual contexto de crisis. Así lo recoge y publica la web informativa municipal terrassadigital.cat.
Y obviamente, muy lejos de adecuar, en este caso la administración local a las verdaderas necesidades y requerimientos, el consistorio egarense creará una Mesa de Infancia, una más entre las incontables comisiones y mesas de trabajo ineficaces para conseguir algún fin, como no sea el de disfrutar de algunos minutos en los medios anunciándolas con gran pompa y seriedad.
Esta mesa, no obstante, está condicionada por el decreto que regula las mesas territoriales de infancia que prepara el gobierno conservador de la Generalitat.
De momento, el arduo trabajo que se impondrán los afortunados políticos será el de decidir la composición de las mesas y sus competencias y funciones para que cuando estimen conveniente, echar a andar la mesa,con sus propios criterios si la Generalitat se tarda en reglamentar el decreto.
Lo único cierto e indesmentible, es que el trabajo de esta mesa podría hacerlo en la soledad del anonimato, cualquier funcionario eficiente e inteligente, de los que abundan en el ayuntamiento, una solución inconveniente en todo caso, cuando los partidos se hallan en permanente campaña electoral.
Y obviamente, muy lejos de adecuar, en este caso la administración local a las verdaderas necesidades y requerimientos, el consistorio egarense creará una Mesa de Infancia, una más entre las incontables comisiones y mesas de trabajo ineficaces para conseguir algún fin, como no sea el de disfrutar de algunos minutos en los medios anunciándolas con gran pompa y seriedad.
Esta mesa, no obstante, está condicionada por el decreto que regula las mesas territoriales de infancia que prepara el gobierno conservador de la Generalitat.
De momento, el arduo trabajo que se impondrán los afortunados políticos será el de decidir la composición de las mesas y sus competencias y funciones para que cuando estimen conveniente, echar a andar la mesa,con sus propios criterios si la Generalitat se tarda en reglamentar el decreto.
Lo único cierto e indesmentible, es que el trabajo de esta mesa podría hacerlo en la soledad del anonimato, cualquier funcionario eficiente e inteligente, de los que abundan en el ayuntamiento, una solución inconveniente en todo caso, cuando los partidos se hallan en permanente campaña electoral.