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Por José Luis Montoya |
Pero da lo mismo, sea como fuere, al final lo importante es que Terrassa, con su glorioso pasado industrial, tiene un recuerdo y un tributo hacia el ejército de mujeres que fue la fuerza motriz de las fábricas de confección que generaron riqueza en la ciudad. Un reconocimiento a un sinfín de mujeres, muchas de ellas inmigradas en su gran parte de Andalucía, que levantaron junto a sus familias la ciudad que hoy conocemos, Porque la industria textil, en una gran medida, estuvo en manos obreras femeninas.DSC00009
Y ese trabajo es reconocido hoy por una estructura de acero corten en forma de una especie de tirabuzón cónico que se eleva hasta los 40 metros de altura, destacando entre los elementos arquitectónicos más altos de la ciudad, compitiendo con las chimeneas de la industria textil que tanto abundaron -y abundan- en Terrassa. Ideada por el artista valenciano Andreu Alfaro, la escultura está situada en la rotonda del cruce entre la carretera de Castellar con las avenidas de Jaime I y de Barcelona, y el paseo Veintidós de Julio, en una rotonda confecciona a partir de cuatro bases circulares de distintos tamaños unidas en un mismo punto, que es justo donde se alza el monumento.
La estructura pesa más de 60 toneladas y está formada por dos planos sinuosos entrelazados que se entrecruzan estrechándose a medida que ascienden, originando una ondulada aguja que se eleva hasta el cielo. (José Luis Montoya / ARQUITERRASSA)