Nota de Prensa.- El Museo de Terrassa dedica su nueva exposición temporal de larga duración al Obispado de Egara, institución fundamental en el desarrollo de la ciudad durante toda la Alta Edad Media. La muestra se enmarca en la conmemoración del 1.400 aniversario del concilio egarense y coincide con la presentación de la candidatura a patrimonio de la humanidad de las pinturas alto medievales del conjunto monumental de las iglesias de San Pedro. Con esta exhibición, el Ayuntamiento de Terrassa continúa trabajando para dar a conocer este conjunto, uno de los monumentos más excepcionales de la cultura cristiana europea. La exposición se inaugurará mañana jueves a las 19 h, con un acto que presidirá el concejal de Cultura en funciones, Amadeu Aguado, y se podrá ver hasta el 28 de febrero de 2016.
"El Obispado de Egara" pretende ser una continuación del ciclo iniciado en el año 2010, con la exposición "El Istmo de San Pedro. La ocupación de un territorio ". La muestra explicaba quién vivía, como se organizaba y cuál era la evolución del territorio que hoy ocupan las iglesias, antes de la formación de la Sede de Egara. Esta nueva muestra retoma el discurso allí donde el dejaba el anterior y abarca un período mucho más corto, únicamente de cuatro siglos, del V al VIII, es decir, el período en que las iglesias de San Pedro se convirtieron en Sede de Ègara.
La historia comienza cuando, alrededor del año 450, el obispo Nundinari de Barcelona segrega su diócesis en dos partes y crea una nueva, la de Egara. Y como, poco a poco, se fue configurando un importante conjunto episcopal, tanto a nivel arquitectónico como decorativo.
El magnífico y único legado arqueológico, arquitectónico y artístico conservado del antiguo obispado de Egara se presenta principalmente en unos paneles temáticos que relatan la estructura y organización de los obispados y de las sedes episcopales entre los siglos V y VIII, la creación del obispado de Egara, su desarrollo y su extinción y, por último, información detallada de la arquitectura y de las pinturas murales del conjunto, dedicando especial atención a la iconografía ya la indumentaria de los personajes representados.
También se exponen algunos objetos arqueológicos del fondo del Museo de Terrassa de este periodo, como un plato, apliques de lámpara, vitrales, una ánfora, anillos, cuentas de collares y pendientes. La exposición se completa con un audiovisual descriptivo y una recreación virtual del conjunto y de las pinturas de las tres iglesias.
Complementando la muestra, se ha diseñado también un espacio didáctico, dirigido principalmente a familias, con diversidad de propuestas como un juego de memoria con imágenes de la sede, disfraces, material de dibujo y pasatiempos. Los asistentes podrán también responder un cuestionario que, si contestan correctamente, les permitirá disfrutar de dos entradas gratuitas para visitar la Sede de Egara.
"El Obispado de Egara" pretende ser una continuación del ciclo iniciado en el año 2010, con la exposición "El Istmo de San Pedro. La ocupación de un territorio ". La muestra explicaba quién vivía, como se organizaba y cuál era la evolución del territorio que hoy ocupan las iglesias, antes de la formación de la Sede de Egara. Esta nueva muestra retoma el discurso allí donde el dejaba el anterior y abarca un período mucho más corto, únicamente de cuatro siglos, del V al VIII, es decir, el período en que las iglesias de San Pedro se convirtieron en Sede de Ègara.
La historia comienza cuando, alrededor del año 450, el obispo Nundinari de Barcelona segrega su diócesis en dos partes y crea una nueva, la de Egara. Y como, poco a poco, se fue configurando un importante conjunto episcopal, tanto a nivel arquitectónico como decorativo.
El magnífico y único legado arqueológico, arquitectónico y artístico conservado del antiguo obispado de Egara se presenta principalmente en unos paneles temáticos que relatan la estructura y organización de los obispados y de las sedes episcopales entre los siglos V y VIII, la creación del obispado de Egara, su desarrollo y su extinción y, por último, información detallada de la arquitectura y de las pinturas murales del conjunto, dedicando especial atención a la iconografía ya la indumentaria de los personajes representados.
También se exponen algunos objetos arqueológicos del fondo del Museo de Terrassa de este periodo, como un plato, apliques de lámpara, vitrales, una ánfora, anillos, cuentas de collares y pendientes. La exposición se completa con un audiovisual descriptivo y una recreación virtual del conjunto y de las pinturas de las tres iglesias.
Complementando la muestra, se ha diseñado también un espacio didáctico, dirigido principalmente a familias, con diversidad de propuestas como un juego de memoria con imágenes de la sede, disfraces, material de dibujo y pasatiempos. Los asistentes podrán también responder un cuestionario que, si contestan correctamente, les permitirá disfrutar de dos entradas gratuitas para visitar la Sede de Egara.