La tecnología no tiene límites e incluso se lleva a extremos en los que no se sabe si lo que se hace es una broma, una tomadura de pelo o, lo que sería peor , si la noticia es seria.
La cuestión es que en nuestra ciudad que desde hace algún tiempo adolece de unos contenedores de basura y residuos de lo más hermosos, pero evidentemente insuficientes y de dudosa calidad, está desarrollando un sistema de sensores para obtener información en tiempo real sobre diferentes servicios públicos. Entre ellos, claro está, el de la disponibilidad de los contenedores nuevos de basura, a los que llaman de carga lateral.
Es decir, que desde ahora, los usuarios podrán disponer de una interesantísima información por la red de qué basureros están disponibles y cuáles no. Y es más. Hasta podremos saber a qué hora pasó por última vez el camión de recogida.
El gasto en este sistema nos recuerda, entre otras muchas tonterías, a los costosos televisores que se instalaron en el transporte público municipal.
¡Increíble pero cierto!
La cuestión es que en nuestra ciudad que desde hace algún tiempo adolece de unos contenedores de basura y residuos de lo más hermosos, pero evidentemente insuficientes y de dudosa calidad, está desarrollando un sistema de sensores para obtener información en tiempo real sobre diferentes servicios públicos. Entre ellos, claro está, el de la disponibilidad de los contenedores nuevos de basura, a los que llaman de carga lateral.
Es decir, que desde ahora, los usuarios podrán disponer de una interesantísima información por la red de qué basureros están disponibles y cuáles no. Y es más. Hasta podremos saber a qué hora pasó por última vez el camión de recogida.
El gasto en este sistema nos recuerda, entre otras muchas tonterías, a los costosos televisores que se instalaron en el transporte público municipal.
¡Increíble pero cierto!