Varias trombas consecutivas de agua típicamente primaverales, se han dejado caer sobre Terrassa (y localidades y comarcas vecinas) en los últimos días, refrescando el ambiente, remojando la resequedad y recordando que las rieras de la localidad están pendientes de adecentamiento.
Estos fenómenos que son 'escupitajos' comparados con los monzones o las lluvias tropicales alteran, no obstante la actividad normal de la ciudad, reduciendo la velocidad de los coches y obligando a los peatones a correr buscando refugio. Tal vez algún que otro bajo o parking se hayan inundado, pero por lo demás, todo es normal.
Dentro de nada los tórridos calores estivales nos llevarán a recordar con nostalgia estos aguaceros molestos pero bienvenidos.
Estos fenómenos que son 'escupitajos' comparados con los monzones o las lluvias tropicales alteran, no obstante la actividad normal de la ciudad, reduciendo la velocidad de los coches y obligando a los peatones a correr buscando refugio. Tal vez algún que otro bajo o parking se hayan inundado, pero por lo demás, todo es normal.
Dentro de nada los tórridos calores estivales nos llevarán a recordar con nostalgia estos aguaceros molestos pero bienvenidos.