Lo que aspira Arturet es liderar el proceso soberanista y si no puede, prefiere salir por la puerta de atrás. A él poco le ha importado la administración, ni menos al pueblo, pero quiere, seguramente, pasar a la historia como el Padre de la Patria catalana, el Simón Bolívar local, el José Martí sin cultura. Para ello tendría que trabajar muy duro porque la gente no olvida sus drásticos recortes, ni su deuda con las farmacias ni su descarado robo del euro por receta a los enfermos y un largo etcétera. El líder conservador debe intentar aunque sea para disimular, ponerse al servicio del pueblo y de Catalunya, no de la banca como hasta ahora.
Vistas así las cosas, el representante de la burguesía tiene los días contados, porque aunque ERC no representa ideológicamente a nadie, ha sabido identificarse con el movimiento soberanista lo mismo que la CUP, con ideas incpntestables de izquierda.
Desde luego, el president no es imprescindible ni su presencia necesaria. Hasta luego, cuando le toque, Mr. Mas.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.