Presuntamente tras no alcanzar convencer a la izquierda que es de izquierdas, Jordi Ballart y detrás de él su partido, el Socialista de Catalunya, se ha echado en brazos de la derecha catalana para firmar un pacto que le permita mantener el sillón alcaldicio que alcanzó por los pelos, después de ganar por algo más de la cuarta parte de los votos, las Municipales del 24-M.
En efecto, esta mañana, Miquel Samper, representante del conservador partido nacionalista, CDC y el alcalde y líder del cada vez más ambiguo e impredecible socialismo local, han llegado a un acuerdo de gobernabilidad que además de por estos dos partidos neoliberales, se sustenta en el hecho de que el PP y C's, por lógica ideológica, se encargarán de darle su apoyo por temor a TeC y a la CUP.
Un día muy triste para los que creemos en la izquierda, e incluso en la democracia, y más aún para los que llegamos a pensar en que una nueva forma de hacer política era posible. La que hoy ha quedado plasmada, por contra, aparte de la traición al voto socialista humilde, de izquierdas y no soberanista, es la más arcaica que podamos llegar a imaginar. El acuerdo previo ya cumplido era dar la idea ante el país que Terrassa es un munipio independentista.
Una decisión que pasará factura
El PP que de cara a las próximas autonómicas del 27-S, presenta como candidato al ex alcalde de Badalona García Albiol, un hombre tan polémico como carismático, se frota las manos ante el disparate que ha tenido doble escenario en Castelldefels y Terrassa, aunque los primeros tuvieron algo de vergüenza y pactaron con ERC.
Todas las previsiones tanto en Génova como en Ferraz, indican que este pacto incidirá muy negativamente en el PSC a nivel catalán y que de haberse conocido antes del 24-M, el socialismo egarense, hubiese obtenido unos 4 concejales menos (3 para TeC y 1 para C's).
La izquierda real se reune con aquella que solo lo es de nombre
Esta mañana, por otra parte, Xavi Matilla, el líder de TeC, el que mayor nùmero de concejales obtuvo entre las formaciones de la izquierda de verdad, se reunió con el alcalde y máximo dirigente de un partido socialista sin rumbo ni ideas. Ambos conversaron acerca de diferentes temas municipales.
En fin, que así es la vida y así son y así están las cosas.
En efecto, esta mañana, Miquel Samper, representante del conservador partido nacionalista, CDC y el alcalde y líder del cada vez más ambiguo e impredecible socialismo local, han llegado a un acuerdo de gobernabilidad que además de por estos dos partidos neoliberales, se sustenta en el hecho de que el PP y C's, por lógica ideológica, se encargarán de darle su apoyo por temor a TeC y a la CUP.
Un día muy triste para los que creemos en la izquierda, e incluso en la democracia, y más aún para los que llegamos a pensar en que una nueva forma de hacer política era posible. La que hoy ha quedado plasmada, por contra, aparte de la traición al voto socialista humilde, de izquierdas y no soberanista, es la más arcaica que podamos llegar a imaginar. El acuerdo previo ya cumplido era dar la idea ante el país que Terrassa es un munipio independentista.
Una decisión que pasará factura
El PP que de cara a las próximas autonómicas del 27-S, presenta como candidato al ex alcalde de Badalona García Albiol, un hombre tan polémico como carismático, se frota las manos ante el disparate que ha tenido doble escenario en Castelldefels y Terrassa, aunque los primeros tuvieron algo de vergüenza y pactaron con ERC.
Todas las previsiones tanto en Génova como en Ferraz, indican que este pacto incidirá muy negativamente en el PSC a nivel catalán y que de haberse conocido antes del 24-M, el socialismo egarense, hubiese obtenido unos 4 concejales menos (3 para TeC y 1 para C's).
La izquierda real se reune con aquella que solo lo es de nombre
En fin, que así es la vida y así son y así están las cosas.