Ya el 27S es historia. Poco o nada ha cambiado en Catalunya en lo que se refiere a la correlación de fuerzas. Los soberanistas han ganado en escaños (72), uno más que en 2012, pero han perdido en votos, retrocediendo incluso unas décimas.
En Terrassa, sin embargo, las cosas han sido muy distintas a lo que podrían haber sido para el PSC, si Ballart hubiese reconocido que en las municipales los vecinos votaron a una izquierda, no nominal, sino ideológica y que un pacto con lo más conservador de la sociedad local, significó para muchos de sus votantes, una verdadera bofetada. Y cuando, como parte de ese pacto, se declaró a la ciudad como Municipio por la Independencia, esa bofetada se llevó varios dientes por el medio.
Este domingo, el socialismo egarense ha recibido la respuesta del pueblo clara y contundente. Han perdido casi la mitad de los apoyos y el señor alcalde y los miembros de su equipo que le han aconsejado, deberían recoger el guante, reconocer sus dos garrafales errores y dimitir. Sería un acto que les honraría.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
En Terrassa, sin embargo, las cosas han sido muy distintas a lo que podrían haber sido para el PSC, si Ballart hubiese reconocido que en las municipales los vecinos votaron a una izquierda, no nominal, sino ideológica y que un pacto con lo más conservador de la sociedad local, significó para muchos de sus votantes, una verdadera bofetada. Y cuando, como parte de ese pacto, se declaró a la ciudad como Municipio por la Independencia, esa bofetada se llevó varios dientes por el medio.
Este domingo, el socialismo egarense ha recibido la respuesta del pueblo clara y contundente. Han perdido casi la mitad de los apoyos y el señor alcalde y los miembros de su equipo que le han aconsejado, deberían recoger el guante, reconocer sus dos garrafales errores y dimitir. Sería un acto que les honraría.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.