*O quizás más para los comerciantes
Papa Noel, los Reyes Magos, en Terrassa el paje Xiu Xiu serán las grandes mentiras que en forma de fantasía, emergerán un año más para hacer las delicias de los pequeños y generar las mayores dudas sobre la veracidad de los dogmas en la medida que vayan creciendo.
Son, en todo caso, unas mentiras que forman parte de un espectáculo que adorna una fiesta religiosa de larga data y que ha pasado de un modesto y simbólico intercambio de presentes nacido en la leyenda de los reyes de Oriente que obsequiaron al neonato Jesús, con oro, mirra e incienso para darle la bienvenida a este mundo,, a un "dame lo que te pido o formo un berrinche histórico".
¡Vamos! Que los fastos no se pueden criticar, porque con solo ver la cara de ilusión de un niño, ya se justifican... Aunque en una ciudad formada en torno a clases sociales y económicas muy marcadas, las sonrisas serán más o menos amplias la noche de Reyes, dependiendo del poder adquisitivo de cada familia, Cierto es en todo caso, que son muchas las instituciones locales que se involucran en la tarea de que no falte un juguete a algún niño y creo que se logra, lo que es loable.
Sin embargo, más amplia que la sonrisa de los niños que muchas veces les dura lo que dura el interés por el regalo o la luminosa fanfarria de la Cabalgata, es la de los comerciantes que ligan su suerte económica a estas celebraciones, porque para muchos, Navidad y Reyes son fechas de recuperación. ¡Y en su derecho están de ser felices, porque no trabajan por amor al arte o vocación, sino para llevar las judías al buche propio y familiar!
Tanta es la importancia que tiene este sector en nuestra Terrassa progre, que la iluminación navideña no la hace su ayuntamiento en función al número de niños a los que llega, sino de los ejes comerciales en torno a los cuales se encienden estos cirios eléctricos. Y como en los barrios el crecimiento demográfico es mucho mayor que en los alrededores del palacio consistorial donde se concentra el comercio de altura, se hace necesaria la migración infantil de los barrios hacia el centro para disfrutar de la concentración de luces multicolores, lo mismo que de otras actividades que se atrincheran en el área de influencia municipal.
Lo dicho. Hoy comienza diciembre...
Así es la vida. Así son y así están las cosas.