Cuando los simples mortales que permanecemos en un mundo apartado del de aquellos entes que creyéndose dioses, pretenden tener la verdad absoluta de las cosas, apoltronados sus pompis en cómodos sillones, contemplamos el estado de abandono de nuestra ciudad, no nos queda más que preguntarnos, no sin rabia... ¿Es justo que los responsables de la evidente negligencia, no deban pagar por ella?
Debería implementarse una multa cuando, como en el caso de Terrassa, los barrios exhiben una creciente imagen de abandono como a las que nos estamos, penosamente, acostumbrando.
Y no me vengan a decir que cada cuatro años los ciudadanos podemos ajustar cuentas, porque dando la espalda al espíritu de la democracia, los perdedores pueden unir fuerzas para acallar a las mayorías, formando cotarros indigestos.
Podemos parecer pesados con esto de la suciedad o en otras oportunidades con el mal estado de los autobuses del transporte público, u otros hechos denunciables pero es que si no lo decimos nosotros, no lo dirá nadie.
Es que a veces tengo la sensación de que estos 'dioses' se están vengando de un pueblo que elección tras elección les resta votos porque cada vez se siente menos representado.
Son escenas cotidianas como las recogidas por JM Oller y Terrassa en la Mira, las que, entre otros miles de factores, contribuyen al nacimiento de una nueva y verdadera izquierda y un nuevo y verdadero centro, por mucho que duela a los mal llamados populares y peor denominados socialistas
Antes del punto final, comentar que la papelera de la imagen lleva una semana sin ser vaciada, lo mismo que el resto del barrio donde se captó la foto. La composición se explica por sí misma.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
Debería implementarse una multa cuando, como en el caso de Terrassa, los barrios exhiben una creciente imagen de abandono como a las que nos estamos, penosamente, acostumbrando.
Y no me vengan a decir que cada cuatro años los ciudadanos podemos ajustar cuentas, porque dando la espalda al espíritu de la democracia, los perdedores pueden unir fuerzas para acallar a las mayorías, formando cotarros indigestos.
Podemos parecer pesados con esto de la suciedad o en otras oportunidades con el mal estado de los autobuses del transporte público, u otros hechos denunciables pero es que si no lo decimos nosotros, no lo dirá nadie.
Es que a veces tengo la sensación de que estos 'dioses' se están vengando de un pueblo que elección tras elección les resta votos porque cada vez se siente menos representado.
Son escenas cotidianas como las recogidas por JM Oller y Terrassa en la Mira, las que, entre otros miles de factores, contribuyen al nacimiento de una nueva y verdadera izquierda y un nuevo y verdadero centro, por mucho que duela a los mal llamados populares y peor denominados socialistas
Antes del punto final, comentar que la papelera de la imagen lleva una semana sin ser vaciada, lo mismo que el resto del barrio donde se captó la foto. La composición se explica por sí misma.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.