Según los sondeos a pie de urna publicados a las ocho de la tarde por los diferentes medios de comunicación nacionales, el PP habría ganado las elecciones generales, pero muy lejos de la mayoría absoluta y con escasas probabilidades de obtener un apoyo sólido de C's que todo y haber conseguido un aparente buen resultado, no podría aportar los escaños suficientes como para garantizar la reelección de Mariano Rajoy.
Pedro Sánchez, el gran perdedor
La ambigüedad creciente del PSOE, le dejaría por detrás de Podemos en votos, aunque levemente por encima en escaños, en el peor resultado histórico del socialismo, sumado al que había obtenido Rubalcaba en 2011.
De ser creíbles los sondeos, que señalan un fuerte crecimiento de Podemos y uno más suave de Ciutadans, de conformarse un nuevo bipartidismo de cara al futuro, este sería entre el PP y la formación de Pablo Iglesias. Así las cosas, 2015 puede ser el año del inicio de la desaparición de un partido socialista que no tiene nada de obrero, ni de socialista, ni menos de izquierda.
Mas sufre un nuevo revés
Estas elecciones, siempre bajo el paraguas de las suposiciones que generan los sondeos a pie de urna, también habrán significado un fuerte varapalo para el discípulo más aventajado de Jordi Pujol, Artur Mas, que estaría viendo cómo sus aliados de ERC le han arrebatado definitivamente los estandartes del independentismo catalán.
En todo caso, a partir de este momento, solo queda esperar los resultados oficiales que, como ha ocurrido en otras ocasiones, distan mucho de ser similares a los sondeos.
Pedro Sánchez, el gran perdedor
La ambigüedad creciente del PSOE, le dejaría por detrás de Podemos en votos, aunque levemente por encima en escaños, en el peor resultado histórico del socialismo, sumado al que había obtenido Rubalcaba en 2011.
De ser creíbles los sondeos, que señalan un fuerte crecimiento de Podemos y uno más suave de Ciutadans, de conformarse un nuevo bipartidismo de cara al futuro, este sería entre el PP y la formación de Pablo Iglesias. Así las cosas, 2015 puede ser el año del inicio de la desaparición de un partido socialista que no tiene nada de obrero, ni de socialista, ni menos de izquierda.
Mas sufre un nuevo revés
Estas elecciones, siempre bajo el paraguas de las suposiciones que generan los sondeos a pie de urna, también habrán significado un fuerte varapalo para el discípulo más aventajado de Jordi Pujol, Artur Mas, que estaría viendo cómo sus aliados de ERC le han arrebatado definitivamente los estandartes del independentismo catalán.
En todo caso, a partir de este momento, solo queda esperar los resultados oficiales que, como ha ocurrido en otras ocasiones, distan mucho de ser similares a los sondeos.