Es posible que la única ganadora el día 20 de diciembre, fuera la barcelonesa Mireia Lalaguna, quien mientras en su tierra todos los partidos políticos perdían en las elecciones generales, ella era coronada como la primera Miss Mundo española, en el certamen escenificado en la ciudad china de Sanya.
Y la pléyade de perdedores que dejó el proceso electoral hispano, muchos de ellos, como la colombiana que por error del presentador, ostentó también este domingo, durante algunos minutos la corona de Miss Universo que le correspondía a la representante de Filipinas, habían saboreado la mies del triunfo antes de obtenerlo..
En efecto, como no había ocurrido antes en la historia democrática de España, este domingo, todos los candidatos y partidos perdieron ya sea en número de escaños como en las expectativas que habían levantado las encuestas previas.
De la misma forma que el PP superó esos 118 escaños que le adjudicaban las encuestas más optimistas y el PSOE los 80 que como máximo obtendría, con 123 y 90 escaños respectivamente, los partidos emergentes congelaron sus forzadas sonrisas al no acercarse, pese a haber irrumpido con fuerza en el campo político del Estado, a esos escaños que con generosidad les anticipaban los sondeos… Podemos que esperaba 84 y ser la segunda fuerza política del país, obtuvo 69 y está en tercer lugar y Ciutadans que soñaba con 49, debió conformarse con 40 y ser cuarto.
Cabe destacar que el PP se dejó en el camino 63 diputados y el PSOE, 20, sin contar los que había perdido el 2011, en un período que deja muy tocada a la formación roja y cuestionado el liderazgo de Pedro Sánchez.
Con este panorama entre el que emerge el llanto desconsolado de Artur Mas que perdió 449.190 votos, nadie logra una mayoría cómoda, ni siquiera suficiente para iniciar una legislatura tranquila. Mientras PP y Ciutadans suman 163 escaños, la izquierda formada por Podemos e IU, a la que habría que añadir al híbrido llamado PSOE, totalizarían 161.
Extraña situación la que se avecina. Incluso algunos analistas pesimistas prevén una italianización del Congreso español.
Este panorama nos deja otra lectura: no se ha roto el bipartidismo que pese a todos los pronósticos, aunque fracturado, está ahí y con evidentes síntomas de recomponerse dependiendo de lo que suceda en los próximos meses o años. PP y PSOE de alguna forma resistieron… Podemos y Ciutadans no alcanzaron los objetivos.
Vamos a ver qué pasa. De momento, la incertidumbre se traslada a Europa.
Y la pléyade de perdedores que dejó el proceso electoral hispano, muchos de ellos, como la colombiana que por error del presentador, ostentó también este domingo, durante algunos minutos la corona de Miss Universo que le correspondía a la representante de Filipinas, habían saboreado la mies del triunfo antes de obtenerlo..
En efecto, como no había ocurrido antes en la historia democrática de España, este domingo, todos los candidatos y partidos perdieron ya sea en número de escaños como en las expectativas que habían levantado las encuestas previas.
De la misma forma que el PP superó esos 118 escaños que le adjudicaban las encuestas más optimistas y el PSOE los 80 que como máximo obtendría, con 123 y 90 escaños respectivamente, los partidos emergentes congelaron sus forzadas sonrisas al no acercarse, pese a haber irrumpido con fuerza en el campo político del Estado, a esos escaños que con generosidad les anticipaban los sondeos… Podemos que esperaba 84 y ser la segunda fuerza política del país, obtuvo 69 y está en tercer lugar y Ciutadans que soñaba con 49, debió conformarse con 40 y ser cuarto.
Cabe destacar que el PP se dejó en el camino 63 diputados y el PSOE, 20, sin contar los que había perdido el 2011, en un período que deja muy tocada a la formación roja y cuestionado el liderazgo de Pedro Sánchez.
Con este panorama entre el que emerge el llanto desconsolado de Artur Mas que perdió 449.190 votos, nadie logra una mayoría cómoda, ni siquiera suficiente para iniciar una legislatura tranquila. Mientras PP y Ciutadans suman 163 escaños, la izquierda formada por Podemos e IU, a la que habría que añadir al híbrido llamado PSOE, totalizarían 161.
Extraña situación la que se avecina. Incluso algunos analistas pesimistas prevén una italianización del Congreso español.
Este panorama nos deja otra lectura: no se ha roto el bipartidismo que pese a todos los pronósticos, aunque fracturado, está ahí y con evidentes síntomas de recomponerse dependiendo de lo que suceda en los próximos meses o años. PP y PSOE de alguna forma resistieron… Podemos y Ciutadans no alcanzaron los objetivos.
Vamos a ver qué pasa. De momento, la incertidumbre se traslada a Europa.