Más de un año llevan reformando un local en Terrassa

Aunque la explicación podría estar en la presunción de que sea un local destinado a oficinas públicas y que se encuentra enmarañado en la negligente lentitud burocrática, nada puede justificar que un bajo situado en un edificio residencial de la calle Pau Marsal de Terrassa, lleve más de un año acondicionándose para algún fin que no viene al caso en el tema que nos ocupa.

Lo cierto es que tampoco trabajan todos los días ni a veces, todas las semanas, pero cuando llegan, casi con nocturnidad y alevosía, hacen toda clase de ruidos imaginables e inimaginables... martillos, taladros, taladros, martillos, etc., etc.. Y según nos cuentan algunos vecinos, ni dejan dormir después de las ocho de la mañana, ni tampoco la siesta. No dejan escuchar radio, ni ver la tele. Ni tan siquiera dejan con el ensordecedor ruido de los taladros, conversar... Y si te duele la cabeza, no te queda más que aguantar y si no te duele, pues sencillamente terminarás padeciendo una jaqueca de los mil demonios.

Si esta obra se hubiese hecho de un tirón, como Dios y la lógica mandan, todo el follón estaría superado.

Esta situación nos lleva a pensar que si la contrata hubiese sido la encargada de construir la Gran Pirámide de Egipto, posiblemente todavía estarían arrastrando la primera piedra.