El domingo de madrugada, los relojes deberán adelantarse una hora, es decir a las dos serán las tres, para perpetrar un año más, con la connivencia de nuestros polítiquillos de pacotilla. el disparate de alejarnos todavía más de nuestra hora solar, con el desmentible pretexto, de ahorrar energía eléctrica.
En 1942 Franco, como precursor político del "peloteo", en ese caso del país a la Alemania de Hirler, adoptó el horario de Berlín que en nuestro caso nos desfaza en nada menos que una hora y media de la hora solar. Aunque desde el domingo, como cada verano, el desface será de dos horas y media.
La cuestión es que en esta España tan peculiar y falta de ideas propias, que adopta un horario que solamente beneficia a los grandes capitales de las Eléctricas que como a los bancos, sirven mansamente nuestros poco iluminados dirigentes políticos, nadie ha dicho, a estas alturas, "este domingo no cambiaremos el horario y a partir de marzo de octubre restaremos un hora". Tener la hora de Londres sería lo correcto.
La cosa es que el domingo, como decía, compensaremos la luz que ahorremos en la noche por la que gastaremos en la mañana y mientras en Berlín, los compatriotas de la Merkel se irán a dormir con las estrellas, en esta, nuestra Tierra, las cortinas gruesas iintentarán evitar que los rayos solares nos impidan en plena noche, conciliar el sueño..
Así es la vida. Así son y así están las cosas
En 1942 Franco, como precursor político del "peloteo", en ese caso del país a la Alemania de Hirler, adoptó el horario de Berlín que en nuestro caso nos desfaza en nada menos que una hora y media de la hora solar. Aunque desde el domingo, como cada verano, el desface será de dos horas y media.
La cuestión es que en esta España tan peculiar y falta de ideas propias, que adopta un horario que solamente beneficia a los grandes capitales de las Eléctricas que como a los bancos, sirven mansamente nuestros poco iluminados dirigentes políticos, nadie ha dicho, a estas alturas, "este domingo no cambiaremos el horario y a partir de marzo de octubre restaremos un hora". Tener la hora de Londres sería lo correcto.
La cosa es que el domingo, como decía, compensaremos la luz que ahorremos en la noche por la que gastaremos en la mañana y mientras en Berlín, los compatriotas de la Merkel se irán a dormir con las estrellas, en esta, nuestra Tierra, las cortinas gruesas iintentarán evitar que los rayos solares nos impidan en plena noche, conciliar el sueño..
Así es la vida. Así son y así están las cosas