Entre nombres como Andreu Enrich, destacado jugador internacional de Hockey, nacido en Terrassa aunque residente en Amsterdam, el conocido fotógrafo Rafael Aroztegui Peñarroya, natural de Nashville y residenciado en esta ciudad desde hace muchos años y Silvia Alcántara, la excelente escritora nacida en Puig-reig pero que escogió a Terrassa como su querencia desde los 60, se ha erigido el del hombre que comercia con el agua en la ciudad, para compartir el título de terrassenses del año.
Viendo la trayectoria de los tres primeros, en esta ciudad noble, pero pobre, empobrecida, engañada y caciquil, desde luego sobra un nombre.
Es inaudito que un empresario que ha elevado el precio del agua muy por encima del IPC justificándolo una y mil veces por exceso de consumo, por escasez del líquido, por la pobreza de los ciudadanos que impide que el consumo sea el previsto y todo ello con la complicidad del Ayuntamiento que es el organismo que debe en definitiva aprobar o rechazar los disparates, figure entre los terrassenses del año.
Pero en una ciudad grande como la nuestra pero en la que muchas cosas se deciden presuntamente con la mentalidad villana del amiguismo, esta incongruencia es habitual y demuestra una vez más que Terrassa es solo el centro y el resto "monte y culebras" (y votos cuando se tercie).
Así es la vida. así son y así están las cosas.
Viendo la trayectoria de los tres primeros, en esta ciudad noble, pero pobre, empobrecida, engañada y caciquil, desde luego sobra un nombre.
Es inaudito que un empresario que ha elevado el precio del agua muy por encima del IPC justificándolo una y mil veces por exceso de consumo, por escasez del líquido, por la pobreza de los ciudadanos que impide que el consumo sea el previsto y todo ello con la complicidad del Ayuntamiento que es el organismo que debe en definitiva aprobar o rechazar los disparates, figure entre los terrassenses del año.
Pero en una ciudad grande como la nuestra pero en la que muchas cosas se deciden presuntamente con la mentalidad villana del amiguismo, esta incongruencia es habitual y demuestra una vez más que Terrassa es solo el centro y el resto "monte y culebras" (y votos cuando se tercie).
Así es la vida. así son y así están las cosas.