La decadente central sindical, próxima al PSOE, que viene perdiendo decenas de miles de afiliados al año, celebró su congreso en esta localidad, entre el 6 y el 8 de abril, coincidiendo con la conmemoración del 40 Aniversario de su primera asamblea general después de la dictadura franquista, que tuvo lugar también en Terrassa, el 20 de junio de 1976.
Ante cientos de sindicalistas, Puigdemont ha aprovechado para acusar al ministro de Hacienda y el Gobierno central de "poner en riesgo las potencialidades y el crecimiento de las empresas y el logro de los derechos los trabajadores "con una" medida injusta "que hace que" las comunidades autónomas que tienen la responsabilidad de prestar servicios básicos de nuestro estado del bienestar estén hoy más asfixiadas, y quizás irremediablemente asfixiadas"y ha tachado de "inaceptable la actitud del representante de un Gobierno y de un sistema que o cambia radicalmente o no podrá dar respuesta a sus necesidades".
En este contexto, el presidente se ha mostrado convencido de que si Cataluña dispusiera de las herramientas legislativas y económicas necesarias "la lucha contra el paro sería mucho más real", ya que estaría en condiciones de poder salir adelante "políticas activas adecuadas a nuestro mercado de trabajo y en nuestra realidad "y así poder hacer realidad" unas políticas estructurales de país para crear más puestos de trabajo ".