En una jornada marcada por la euforia conservadora que a nivel de Estado esgrime lo que llaman el mejor noviembre referido al paro, con unos 2.500 desempleados menos, olvidando que el éxodo masivo de autóctonos y extranjeros a diferentes lugares del globo, maquillan las cifras del paro, Terrassa, un mes más, vuelve a exhibir cifras negativas.
Con un total de 23.685 parados, 33 más que en octubre, esta localidad que aprovecha el drama para hacer política barata, como el resto de las de España, no ofrece cifras preocupantemente peores, porque muchos vecinos, ya sean nativos como extranjeros, han abandonado la ciudad y el país, desapuntándose de las listas del Inem, generando esta especie de primavera artificial para quienes quieren sacar provecho del dolor ajeno.
Sabadell, en un día en que Catalunya tampoco puede jactarse de resultados con 4.512 parados más, ha alcanzado los 20.482, treinta más que en octubre.
Menos mal para los políticos, que ya estamos en diciembre que siempre ha generado empleo, incluso en las peores perspectivas y podrán hablar que sus programas, esfuerzos y desvelos, están comenzando a rendir resultados.
Con un total de 23.685 parados, 33 más que en octubre, esta localidad que aprovecha el drama para hacer política barata, como el resto de las de España, no ofrece cifras preocupantemente peores, porque muchos vecinos, ya sean nativos como extranjeros, han abandonado la ciudad y el país, desapuntándose de las listas del Inem, generando esta especie de primavera artificial para quienes quieren sacar provecho del dolor ajeno.
Sabadell, en un día en que Catalunya tampoco puede jactarse de resultados con 4.512 parados más, ha alcanzado los 20.482, treinta más que en octubre.
Menos mal para los políticos, que ya estamos en diciembre que siempre ha generado empleo, incluso en las peores perspectivas y podrán hablar que sus programas, esfuerzos y desvelos, están comenzando a rendir resultados.