La mecánica de este sistema, que se pone en marcha mañana como prueba piloto, se encuentra a medio camino entre una zona de carga y descarga, pero en este caso abierta a todos los conductores, y la zona azul, pero sin tener que pagar. Se trata de una reserva de plazas de aparcamiento en las que el tiempo de estacionamiento está limitado, concretamente por 15 minutos. El ensayo quiere probar si esta modalidad se muestra adecuada para espacios en los que se necesitan aparcamientos de rotación para animar el comercio, pero en los que la demanda no es suficiente sistemática para la implantación de la zona azul.
En el nuevo sistema, los conductores deben señalizar la hora de su llegada mediante un reloj o una nota en el parabrisas del vehículo. De momento, estos ensayos del nuevo sistema se realizarán allí donde son necesarios espacios libres de aparcamiento, pero para estancias limitadas.
La plaza de aparcamiento que se habilitará a partir de mañana en la avenida de Josep Tarradellas, en la confluencia con la calle Pedrell, y las dos que entrarán en funcionamiento en la calle Pere Comerma, se suman a las dos plazas que se poner arroba en octubre en la calle de Ramon Llull.