Nota de Prensa.- Los Mossos de la División de Investigación Criminal adscritos al Área de Investigación Criminal de la Región Policial del Pirineo Occidental detuvieron el 20 de abril once personas con edades comprendidas entre los 28 y los 60 años y de nacionalidades albanesa, rumana, española y marroquí, como presuntos autores de 42 robos con fuerza en domicilios de toda Cataluña. La organización actuaba en las comarcas del Pirineo, de la Cataluña Central, Girona y en la conurbación de Barcelona.
A raíz de una serie de robos que tuvieron lugar a partir de septiembre de 2015 en varias poblaciones del Pirineo catalán, los investigadores del Área de Investigación Criminal del Pirineo, en colaboración de las Unidad de Investigación de las comisarías de la Cerdanya y el Alt Urgell, pusieron en marcha una investigación encaminada a poder identificar y detener a los autores de estos robos.
Las primeras pesquisas policiales permitieron establecer que se encontraban ante una compleja organización criminal formada principalmente por ciudadanos originarios de Albania. Esta organización, liderada por un albanés de 28 años, se nutría de compatriotas suyos que seleccionaba en Albania y que trasladaba posteriormente a Cataluña con la única finalidad de delinquir. Estas personas obtenían un alojamiento, principalmente en Barcelona y, en caso de que no les gustara la forma que tenían de robar, no tenían miramientos en devolverlos a su país de origen.
Para desplazarse hasta los lugares donde debían cometer los robos utilizaban vehículos que había adquirido una persona rumana, también detenida, para evitar levantar sospechas y que cambiaban semanalmente. La documentación la gestionaban desde dos gestorías de Barcelona y Cerdanyola del Vallès. Para dificultar la investigación policial ponían los vehículos y los seguros a nombre de terceras personas.
Comisión de los robos
Los robos los cometían casi siempre siguiendo un mismo patrón: el líder de la organización seleccionaba los lugares donde tenían que ir a delinquir, prácticamente siempre viviendas aisladas o pisos con ventanas de fácil acceso. Una vez llegaban al lugar con los vehículos que les habían facilitado las personas que se dedicaban a esta tarea, forzaban las ventanas. Elegían la franja horaria de la tarde ya que de este modo podían saber si había inquilinos. En caso de que hubiera alguien en la casa descartaban de entrar.
Una vez dentro, revolvían todas las estancias para localizar el dinero, joyas, relojes y otros objetos de fácil transporte y colocación en el mercado negro. Estos objetos, principalmente las joyas, las vendían a un padre e hijo que regentaban una empresa de numismática en Barcelona que sabían que eran de procedencia ilícita.
Intérprete de albanés
Una de las principales dificultades con las que se han encontrado los investigadores radica en el hecho de que la intérprete de albanés que trabajaba en una primera instancia con los Mossos, de 40 años y con domicilio en Hospitalet de Llobregat, estaba compinchada con los investigados: les avisaba que los estaban investigando con el fin de que extremaran las medidas de autoprotección y así continuar su actividad delicitiva.
Explotación del caso
Con toda la información recopilada los investigadores explotaron el caso el 20 de abril con un total de ocho entradas y registros en las localidades de Barcelona, Cerdanyola del Vallés y Hospitalet de Llobregat. Se detuvieron a once personas como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza, receptación, falsificación documental y revelación de secretos, además de la recuperación de una gran cantidad de objetos procedentes de los robos.
La culminación de este operativo ha permitido desmontar la organización, desde el líder del grupo hasta los receptadores, pasando por las personas que cometían materialmente los robos además de los gestores que manipulaban la documentación de los vehículos que alquilaban a una persona de su confianza . Además, contaban con el apoyo de una intérprete de albanés que trabajaba para la policía que les avisaba que los estaban investigando.
Tras declarar en sede judicial, el juez decretó el ingreso en prisión de seis de los integrantes de la organización. Aunque dan la organización para desmantelada, los investigadores no descartan que se puedan detener más personas en los próximos días.
A raíz de una serie de robos que tuvieron lugar a partir de septiembre de 2015 en varias poblaciones del Pirineo catalán, los investigadores del Área de Investigación Criminal del Pirineo, en colaboración de las Unidad de Investigación de las comisarías de la Cerdanya y el Alt Urgell, pusieron en marcha una investigación encaminada a poder identificar y detener a los autores de estos robos.
Las primeras pesquisas policiales permitieron establecer que se encontraban ante una compleja organización criminal formada principalmente por ciudadanos originarios de Albania. Esta organización, liderada por un albanés de 28 años, se nutría de compatriotas suyos que seleccionaba en Albania y que trasladaba posteriormente a Cataluña con la única finalidad de delinquir. Estas personas obtenían un alojamiento, principalmente en Barcelona y, en caso de que no les gustara la forma que tenían de robar, no tenían miramientos en devolverlos a su país de origen.
Para desplazarse hasta los lugares donde debían cometer los robos utilizaban vehículos que había adquirido una persona rumana, también detenida, para evitar levantar sospechas y que cambiaban semanalmente. La documentación la gestionaban desde dos gestorías de Barcelona y Cerdanyola del Vallès. Para dificultar la investigación policial ponían los vehículos y los seguros a nombre de terceras personas.
Comisión de los robos
Los robos los cometían casi siempre siguiendo un mismo patrón: el líder de la organización seleccionaba los lugares donde tenían que ir a delinquir, prácticamente siempre viviendas aisladas o pisos con ventanas de fácil acceso. Una vez llegaban al lugar con los vehículos que les habían facilitado las personas que se dedicaban a esta tarea, forzaban las ventanas. Elegían la franja horaria de la tarde ya que de este modo podían saber si había inquilinos. En caso de que hubiera alguien en la casa descartaban de entrar.
Una vez dentro, revolvían todas las estancias para localizar el dinero, joyas, relojes y otros objetos de fácil transporte y colocación en el mercado negro. Estos objetos, principalmente las joyas, las vendían a un padre e hijo que regentaban una empresa de numismática en Barcelona que sabían que eran de procedencia ilícita.
Intérprete de albanés
Una de las principales dificultades con las que se han encontrado los investigadores radica en el hecho de que la intérprete de albanés que trabajaba en una primera instancia con los Mossos, de 40 años y con domicilio en Hospitalet de Llobregat, estaba compinchada con los investigados: les avisaba que los estaban investigando con el fin de que extremaran las medidas de autoprotección y así continuar su actividad delicitiva.
Explotación del caso
Con toda la información recopilada los investigadores explotaron el caso el 20 de abril con un total de ocho entradas y registros en las localidades de Barcelona, Cerdanyola del Vallés y Hospitalet de Llobregat. Se detuvieron a once personas como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza, receptación, falsificación documental y revelación de secretos, además de la recuperación de una gran cantidad de objetos procedentes de los robos.
La culminación de este operativo ha permitido desmontar la organización, desde el líder del grupo hasta los receptadores, pasando por las personas que cometían materialmente los robos además de los gestores que manipulaban la documentación de los vehículos que alquilaban a una persona de su confianza . Además, contaban con el apoyo de una intérprete de albanés que trabajaba para la policía que les avisaba que los estaban investigando.
Tras declarar en sede judicial, el juez decretó el ingreso en prisión de seis de los integrantes de la organización. Aunque dan la organización para desmantelada, los investigadores no descartan que se puedan detener más personas en los próximos días.