Contrariamente a lo informado ayer por medios afines a la administración municipal de Terrassa que daban cuenta de que la convocatoria hecha por los políticos había concentrado a unas cien personas frente al Ayuntamiento lo cierto es que según fuentes independientes solo se aproximaron unas sesenta, lo que equivale a decir nadie, porque entre los mismos políticos, empleados municipales que por simpatía o peloteo enseñan su nariz y los curiosos, debemos concluir que la reforma de la Ley de Administración Local solamente preocupa al colectivo más feliz y mejor pagado de España en relación calidad precio, como es el de los políticos.
Este fracaso demuestra una vez más que lo que preocupa a los que se buscan la buena vida en la cosa pública no preocupa al público y lo que preocupa al público no preocupa a los que se buscan la buena vida en la cosa pública.
Cosa de intereses.
Sin embargo este fracaso producto del divorcio entre ciudadanos y políticos y sindicatos, no solamente se notó en Catalunya, sino en todos los ayuntamientos del Principado, Sin ir muy lejos, en Barcelona, municipio de un millón y medio de habitantes, se reunieron unas cien personas que sumadas banderas, baluartes, carteles y estandartes, parecían 101.
Este fracaso demuestra una vez más que lo que preocupa a los que se buscan la buena vida en la cosa pública no preocupa al público y lo que preocupa al público no preocupa a los que se buscan la buena vida en la cosa pública.
Cosa de intereses.
Sin embargo este fracaso producto del divorcio entre ciudadanos y políticos y sindicatos, no solamente se notó en Catalunya, sino en todos los ayuntamientos del Principado, Sin ir muy lejos, en Barcelona, municipio de un millón y medio de habitantes, se reunieron unas cien personas que sumadas banderas, baluartes, carteles y estandartes, parecían 101.