La famosa tormenta con fuertes lluvia, fuertes vientos y fuertes fríos que ha asolado a España y que debía martirizar a Terrassa desde este martes a las seis de la tarde hasta este miércoles a la una, quizás parodiando a la Lotería de Navidad, que nos dejó un pellizco, hizo lo propio y como muestra de su existencia, dejó una suave llovizna sin más vientos que los intestinales en unas jornadas en las que el frío fue en cierta forma, menos intenso que en las jornadas precedentes.
Menos mal que la mitad de la gente no se entera de las previsiones del tiempo y la otra mitad, como a los políticos, no las cree, porque con eso de las alertas por la llamada ciclogénesis explosiva, era como para construir un Arca de Noé para las lluvias, clavar los pies en su cubierta, por los vientos, dentro de un iglú, por el frío.
Menos mal que la mitad de la gente no se entera de las previsiones del tiempo y la otra mitad, como a los políticos, no las cree, porque con eso de las alertas por la llamada ciclogénesis explosiva, era como para construir un Arca de Noé para las lluvias, clavar los pies en su cubierta, por los vientos, dentro de un iglú, por el frío.