Parece mentira, pero después de las vacaciones estivales, se ha notado en los barrios más abandonados de la ciudad, una mayor actividad sobre todo en los planes de limpieza y adecentamiento de plazas y parques. ¡Hasta las bolsas para la mierda de los perros se encuentran donde deben estar, así como ocurre en el centro!
Cierto es que las vacaciones dan energía, pero seguramente si no fuese por la ayuda inconmensurable de un nuevo proceso electoral en ciernes, tal vez en estos momentos no seríamos testigos de tan inusual preocupación consistorial por los barrios periféricos.
Sea por lo que sea, esta actividad -aunque no interese a quien pueda interesar- tiene nuestro aprobado.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
Cierto es que las vacaciones dan energía, pero seguramente si no fuese por la ayuda inconmensurable de un nuevo proceso electoral en ciernes, tal vez en estos momentos no seríamos testigos de tan inusual preocupación consistorial por los barrios periféricos.
Sea por lo que sea, esta actividad -aunque no interese a quien pueda interesar- tiene nuestro aprobado.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.