Para acceder a la piscina de Vallparadis, el Auntamiento ofrece tradicionalmente unos abonos bonificados cuyas tarifas son inasumibles para muchas de las familias afectadas por la crisis.
Así se explica que durante esta temporada los abonos hayan disminuido en un 13 por ciento respecto al año anterior, aunque los que los han adquirido han ido más veces a las instalaciones, quizás en un deseo de amortizar unos precios que de por sí, para una ciudad pobre como la nuestra, son, como los pasajes de autobus, excesivamente caros.
Por otra parte, Terrassa en la Mira ha tenido conocimiento de algo que el alcalde Jordi Ballart en su itinerancia quizás no sepa porque en ciertos acercamientos no es deseable que las autoridades escuchen planteamientos incómodos, que muchas de las familias que han solicitado sus abonos subsidiados, a estas alturas aún no han recibido respuesta, pese a que en el momento de hacer la solicitud se les informa que la recibirán vía sms o por correo electrónico.
El segundo caso se da en aquellos núcleos que sí reciben apoyo para el abono, pero que su situación económica no les permite adquirirlos, so pena de pasar hambre.
Otra de las situaciones que se presentan es que las familias que han caído en la desgracia de la pobreza en lo que va de año, no están contempladas en estas ayudas, pues para ello se estudia la situación económica del 2012.
Menos mal que en Terrassa no gobierna la derecha convergente porque si la oferta del equipo de gobierno fuera la misma vigente a fecha de hoy, la derecha socialista y sus socios de la izquierda, estarían aullando exigiendo justicia social... y piscina gratuita... (y también transporte).
Así se explica que durante esta temporada los abonos hayan disminuido en un 13 por ciento respecto al año anterior, aunque los que los han adquirido han ido más veces a las instalaciones, quizás en un deseo de amortizar unos precios que de por sí, para una ciudad pobre como la nuestra, son, como los pasajes de autobus, excesivamente caros.
Por otra parte, Terrassa en la Mira ha tenido conocimiento de algo que el alcalde Jordi Ballart en su itinerancia quizás no sepa porque en ciertos acercamientos no es deseable que las autoridades escuchen planteamientos incómodos, que muchas de las familias que han solicitado sus abonos subsidiados, a estas alturas aún no han recibido respuesta, pese a que en el momento de hacer la solicitud se les informa que la recibirán vía sms o por correo electrónico.
El segundo caso se da en aquellos núcleos que sí reciben apoyo para el abono, pero que su situación económica no les permite adquirirlos, so pena de pasar hambre.
Otra de las situaciones que se presentan es que las familias que han caído en la desgracia de la pobreza en lo que va de año, no están contempladas en estas ayudas, pues para ello se estudia la situación económica del 2012.
Menos mal que en Terrassa no gobierna la derecha convergente porque si la oferta del equipo de gobierno fuera la misma vigente a fecha de hoy, la derecha socialista y sus socios de la izquierda, estarían aullando exigiendo justicia social... y piscina gratuita... (y también transporte).