Lo que eran voces lejos de cualquier secreto, ya está confirmado. Lo ha hecho el propio Ballart y se trata de que ha decidido presentar su candidatura a la candidatura -valga la redundancia- del PSC por la alcaldía de Terrassa, que se dirimirá en unas primarias.
En su cuenta de FB, el actual alcalde, que se encuentra desde que asumió el cargo en una evidente campaña de consolidación de imagen, ha expresado que la honestidad y la transparencia han sido, son y serán los dos principales valores que le rigen tanto a nivel personal como político.
El joven político que heredó el cargo del actual primer secretario del PSC, Pere Navarro que lo escogió como Franco al rey, es decir a dedo, tiene un arduo camino. Primero luchar contra los "baroncitos" de su partido a nivel local que posiblemente no vean con buenos ojos que un 'chiquillo' pueda remover de sus cómodos cargos a figuras tradicionales y conservadoras dentro del socialismo local y si vence en esta dura batalla, la siguiente será enfrentarse a las encuestas que si su constante exposición pública no lo ha quemado de aquí a las elecciones municipales, podría encararlas con cierto grado de éxito, porque por encima de un partido desgastado y sin ideas, están su juventud y dominio del escenario político.
Primarias como sinónimo de democracia partidista
Ballart ha destacado que el próximo candidato del PSC será escogido en unas primarias, y lo presenta, como suelen hacerlo todos los partidos del arco nacional, como un ejemplo de democracia partidista que en la realidad se explica por aquello de "cada quien presume de lo que carece".
¿Por qué? Pues porque las primarias lo que hacen es evitar la profundización de las fisuras entre las corrientes internas. Si la mayoría de la directiva de un partido impone un candidato, la o las minorías pretenderán roncar algunas y rugir otras y las menos, otearán el horizonte en busca de nuevos rumbos. En cambio, unas primarias ponen en el tapete las dos corrientes más fuertes para que militantes y simpatizantes escojan entre ambas... Lo suyo sería, si queremos hablar de democracia, que fuesen elecciones abiertas y cada militante fuese un candidato en potencia.
En cuando a Ballart que ha hecho el anuncio, ha expresado que en esta etapa apasionante, piensa aportar muchas cosas, nuevas formas de hacer política, en lo que está, ha concluído, comprometido al cien por cien.
En su cuenta de FB, el actual alcalde, que se encuentra desde que asumió el cargo en una evidente campaña de consolidación de imagen, ha expresado que la honestidad y la transparencia han sido, son y serán los dos principales valores que le rigen tanto a nivel personal como político.
El joven político que heredó el cargo del actual primer secretario del PSC, Pere Navarro que lo escogió como Franco al rey, es decir a dedo, tiene un arduo camino. Primero luchar contra los "baroncitos" de su partido a nivel local que posiblemente no vean con buenos ojos que un 'chiquillo' pueda remover de sus cómodos cargos a figuras tradicionales y conservadoras dentro del socialismo local y si vence en esta dura batalla, la siguiente será enfrentarse a las encuestas que si su constante exposición pública no lo ha quemado de aquí a las elecciones municipales, podría encararlas con cierto grado de éxito, porque por encima de un partido desgastado y sin ideas, están su juventud y dominio del escenario político.
Primarias como sinónimo de democracia partidista
Ballart ha destacado que el próximo candidato del PSC será escogido en unas primarias, y lo presenta, como suelen hacerlo todos los partidos del arco nacional, como un ejemplo de democracia partidista que en la realidad se explica por aquello de "cada quien presume de lo que carece".
¿Por qué? Pues porque las primarias lo que hacen es evitar la profundización de las fisuras entre las corrientes internas. Si la mayoría de la directiva de un partido impone un candidato, la o las minorías pretenderán roncar algunas y rugir otras y las menos, otearán el horizonte en busca de nuevos rumbos. En cambio, unas primarias ponen en el tapete las dos corrientes más fuertes para que militantes y simpatizantes escojan entre ambas... Lo suyo sería, si queremos hablar de democracia, que fuesen elecciones abiertas y cada militante fuese un candidato en potencia.
En cuando a Ballart que ha hecho el anuncio, ha expresado que en esta etapa apasionante, piensa aportar muchas cosas, nuevas formas de hacer política, en lo que está, ha concluído, comprometido al cien por cien.