Por ejemplo esta mañana mientras esperaba paciente la llegada del autobús que llegó cinco minutos tarde, tras perder el primero que pasó tres minutos antes de su hora, escuché un breve diálogo entre una abuela y su nieto del que doy fe prometiendo que lo que narro es cierto en nombre de mi patrona personal, Santa Tetta*.
Resulta que cuando se acercaba el autobús, una de esas carcazas que se mueven milagrosamente por las calles de los barrios de Terrassa, el niño, un verdadero querubín de unos cinco o seia años, rubito así como me trajo Dios al Mundo, le preguntó a la dama, una vieja reñida con la belleza, que cuándo llegarían al barrio los autobuses nuevos a lo que la dama antañona le respondió con envidiable precisión... "Cuando ya estén viejos".
¡Olé tus ovarios, viejita! Lo que te falta en hermosura te sobra en sabiduría.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
Foto y dibujo de Ricardo Salvador Casanovas
*Santa Tetta es una santa que lo es porque tenía un hermano rey y esto fue suficiente argumento como para que a su muerte la canonizaran por haber castigado en su momento,a las monjas de su convento a las que les hizo ayunar durante tres días por haber bailado alegres sobre la tumba de la abadesa recientemente fallecida a la que la santa sucedía.