En la última sede del Diari de Terrassa, adquirida en plena euforia de la gran mentira que vivió España a costillas del ladrillo, ya no se hablará nunca más ni de noticias, ni de publicidad, ni de tiraje, ni de clientes, ni de lectores ni nada que tenga que ver con la edición casi diaria de un diario. De ahora en adelante, se hablará, además de clientes y calidad del producto, básicamente de salchichas, bocadillos, pizzas y comida rápida.
Este cambio radical en el uso y disfrute de un edificio que cuenta como la antigua sede de Caixa Terrassa, propiedad ahora del BBVA, con el sello inconfundible de Joan Baca, se genera después de que la cadena Viena, con sede en Sabadell haya llegado a un acuerdo con el banco español para adquirir las instalaciones para, en principio, ampliar sus oficinas centrales.
Así lo ha dado a conocer este martes la web informativa municipal, terrassadigital.cat
Este cambio radical en el uso y disfrute de un edificio que cuenta como la antigua sede de Caixa Terrassa, propiedad ahora del BBVA, con el sello inconfundible de Joan Baca, se genera después de que la cadena Viena, con sede en Sabadell haya llegado a un acuerdo con el banco español para adquirir las instalaciones para, en principio, ampliar sus oficinas centrales.
Así lo ha dado a conocer este martes la web informativa municipal, terrassadigital.cat