Desde hace unos días se encuentra en Terrassa una delegación de la Ciudad de la Victoria, Nikopol, un centro urbano de 120 mil habitantes y restando, de la provincia de Óblast de Dnipropetrovsk, en Ucrania.
Según informa la web informativa municipal terrassadigital.cat. el grupo que ya había visitado hace algunos días Tmsa, el Hospital de Terrassa y algunos servicios municipales, se interesó vivamente en el funcionamiento y equipos de Eco-Equip, ya que en cuestiones de aseo urbano parecen no ir muy bien. Hasta es probable que esta ciudad que económicamente no anda boyante, haya averiguado cómo se las arregla Terrassa para cobrar dos veces la recogida de basuras, así como también saber qué se hace por estos lares para que el precio del pasaje de un trayecto del transporte urbano, sea equivalente al valor de un litro de gasolina, algo que cuentas y nadie te cree.
La cosa es que los concejales ucranianos han visto de todo, se les han puesto, probablemente, los dientes largos, pero no tienen los medios para igularnos, aunque al paso que va nuestro país, serán nuestros políticos los que visiten dentro de algunos años Nikopol, para morirse de la envidia.
Por cierto, la delegación ucraniana ha querido conocer de primera mano el funcionamiento de los diferentes servicios, coincidiendo con la temporada de acogidas veraniegas infantiles que organiza Terrassa Ajuda Nens d’Ucraïna (TANU), con el apoyo del ayuntamiento local.
Según informa la web informativa municipal terrassadigital.cat. el grupo que ya había visitado hace algunos días Tmsa, el Hospital de Terrassa y algunos servicios municipales, se interesó vivamente en el funcionamiento y equipos de Eco-Equip, ya que en cuestiones de aseo urbano parecen no ir muy bien. Hasta es probable que esta ciudad que económicamente no anda boyante, haya averiguado cómo se las arregla Terrassa para cobrar dos veces la recogida de basuras, así como también saber qué se hace por estos lares para que el precio del pasaje de un trayecto del transporte urbano, sea equivalente al valor de un litro de gasolina, algo que cuentas y nadie te cree.
La cosa es que los concejales ucranianos han visto de todo, se les han puesto, probablemente, los dientes largos, pero no tienen los medios para igularnos, aunque al paso que va nuestro país, serán nuestros políticos los que visiten dentro de algunos años Nikopol, para morirse de la envidia.
Por cierto, la delegación ucraniana ha querido conocer de primera mano el funcionamiento de los diferentes servicios, coincidiendo con la temporada de acogidas veraniegas infantiles que organiza Terrassa Ajuda Nens d’Ucraïna (TANU), con el apoyo del ayuntamiento local.