El callejero de Terrassa y Les Fonts es amplio, antojadizo, polémico y complicado. Todo tipo de nombres convergen en una ciudad pequeña y apretada, y en ocasiones, sobre todo para el forastero, es difícil dar con una dirección.
Sin embargo, cuando los habituales gamberros que sobran en todos los sectores de la ciudad se dan a la tarea de pintar las placas de nombres callejeros, la cuestión se complica y eso es lo que ocurre, según nos cuenta un vecino de Les Fonts, en su barrio y para ello nos ha enviado esta composición en la que se evidencia el desaguisado.
Ahora solo queda que el Ayuntamiento de Terrassa, que es el responsable de este barrio de Sant Quirze, se ocupe un poco de estas cosas cotidianas que le son inherentes y menos de charlatanear para que pensemos que es el mejor del mundo.
Sin embargo, cuando los habituales gamberros que sobran en todos los sectores de la ciudad se dan a la tarea de pintar las placas de nombres callejeros, la cuestión se complica y eso es lo que ocurre, según nos cuenta un vecino de Les Fonts, en su barrio y para ello nos ha enviado esta composición en la que se evidencia el desaguisado.
Ahora solo queda que el Ayuntamiento de Terrassa, que es el responsable de este barrio de Sant Quirze, se ocupe un poco de estas cosas cotidianas que le son inherentes y menos de charlatanear para que pensemos que es el mejor del mundo.