De esta manera, desde que el pasado 31 de julio cerró sus puertas este negocio, se iniciaron rápidamente los trabajos del nuevo local, pero en lugar de estar listo para mediados de febrero como se informó a los cliente, en un momento dado, todos los trabajos realizados fueron desmontados y esto presuntamente debido a la caída de una pared.
No hace muchos meses, la empresa alemana, justamente cuando las obras parecían paralizadas, aseguró a Terrassa en la Mira que se comunicaría oportunamente a través de carteles y de los diversos medios de comunicación, la fecha de reapertura.
Sin embargo, aunque a día de hoy parece relativamente lejana la puesta en marcha de este Lidl, hemos podido observar a la distancia, que las obras van a buen ritmo lo que podría significar que para el verano o poco después, los clientes habituales vuelvan a hacer sus compras en ese punto.