El gobierno municipal que actuó tardíamente en la declaración de la alerta por las lluvias que desde el pasado día 15 caen sobre Terrassa, ignoró absolutamente a los barrios alejados del centro en su comunicado en lo relativo a los cortes de energía eléctrica.
Solamente el centro, lo que ya viene resultando usual respecto al ayuntamiento, ocupó la nota al hacer referencia a los cortes de luz. Así quedó claro en el párrafo dedicado al efecto:
"Los cortes o la falta de suministro eléctrico fue otro de las consecuencias de la lluvia de ayer. Así, se registraron averías en los barrios de Ca n’Aurell, San Pedro, algunas calles del Centro y del Siglo XX, que sufrieron cortes y afectaciones diversas durante la tarde. Progresivamente se fueron restableciendo los suministros, sin más incidencias destacadas."
Sin embargo, los cortes afectan desde ese día a otros sectores de la ciudad, como al abandonado barrio de Can Parellada. El día 15, más de cinco incidencias afectaron el fluido eléctrico y en más de 30 ocasiones, hubo parpadeos en el suministro. Desde ese día la luz va y viene, poniendo en peligro los artefactos eléctricos y las propias instalaciones.
Es de esperar que ese equipo que curiosamente aspira a la reelección, recuerde que Terrassa no es solamente el centro donde se desarrolla su vida cotidiana, sino también los barrios que es donde transcurre la de la inmensa mayoría de vecinos.
Solamente el centro, lo que ya viene resultando usual respecto al ayuntamiento, ocupó la nota al hacer referencia a los cortes de luz. Así quedó claro en el párrafo dedicado al efecto:
"Los cortes o la falta de suministro eléctrico fue otro de las consecuencias de la lluvia de ayer. Así, se registraron averías en los barrios de Ca n’Aurell, San Pedro, algunas calles del Centro y del Siglo XX, que sufrieron cortes y afectaciones diversas durante la tarde. Progresivamente se fueron restableciendo los suministros, sin más incidencias destacadas."
Sin embargo, los cortes afectan desde ese día a otros sectores de la ciudad, como al abandonado barrio de Can Parellada. El día 15, más de cinco incidencias afectaron el fluido eléctrico y en más de 30 ocasiones, hubo parpadeos en el suministro. Desde ese día la luz va y viene, poniendo en peligro los artefactos eléctricos y las propias instalaciones.
Es de esperar que ese equipo que curiosamente aspira a la reelección, recuerde que Terrassa no es solamente el centro donde se desarrolla su vida cotidiana, sino también los barrios que es donde transcurre la de la inmensa mayoría de vecinos.