El Observatorio del Barcelona ha presentado el Informe de población 2016 y el Flash Socioeconómico 4º trimestre de 2016. El primero presenta la evolución y características de los datos publicados del padrón de habitantes de 1 de enero de 2016 y, el segundo , diferentes datos vinculados a la evolución del tejido socioeconómico correspondientes al cierre del año. Esta mañana, el presidente del Consejo Comarcal del Vallès Occidental, Ignacio Giménez, y el consejero comarcal responsable del Observatorio, Amadeu Aguado, han presentado los datos. Han destacado la capacidad de resiliencia de la comarca, que ha mantenido la población mientras Cataluña perdía y también, una recuperación de los puestos de trabajo. Ahora bien, se alerta de que la salida de la crisis pueda provocar una nueva burbuja inmobiliaria ya que la construcción es uno de los sectores que crecen de nuevo y los alquileres suben. Desde el Consejo se apuesta por la industria para seguir siendo motor económico.
El presidente del Consejo Comarcal del Vallès Occidental, Ignacio Giménez, ha destacado "la capacidad de resiliencia de la comarca para seguir siendo un lugar de referencia. Durante los años de crisis ha sido un territorio muy afectado pero hemos mantenido población mientras el conjunto de Cataluña en perdía. Tenemos una fortaleza como territorio que hemos sabido mantener los peores años. Ahora, el análisis de los datos nos indica que hemos podido recuperar el 50% de los puestos de trabajo que perdimos durante la crisis pero también vemos que las contrataciones que se hacen son de perfil bajo y de temporalidad. También vemos que hay sectores como la construcción que vuelven a crecer y por eso haciendo un toque de alerta porque se están poniendo las condiciones para que se pueda dar una nueva situación de burbuja inmobiliaria . por lo tanto, debemos hacer una reflexión sobre cómo estamos saliendo de la crisis y remarcar que tenemos que hacer una apuesta por la industria, que ocupa perfiles más altos y tiene una contratación más estable ". Giménez también explica que "debemos ser capaces de continuar esta apuesta industrial para seguir siendo motor. Tenemos que fijar la mirada en el potente tejido industrial de la comarcal y debemos ser capaces desde las administraciones para no generar la situación de burbuja inmobiliaria, hacer políticas activas de vivienda y hacer una apuesta clara para incentivar nuevos sectores industriales en el Vallès Occidental ".
Por su parte, el vicepresidente del Consejo y responsable del Observatorio comarcal, Amadeu Aguado, ha destacado que "con los datos económicos de 2016 podemos decir que el optimismo se instala perp con cierta precaución. En 2016 se han creado más de 15.000 puestos de trabajo pero tenemos que poner la atención sobre el tipo de contratación y los perfiles de baja cualificación ". Aguado asegura que "el ritmo de contratación semestral de finales de 2016 es el mejor registro desde el año 2008 pero tenemos un desempleo estructural en la comarca sobre el que hay que trabajar desde todas las administraciones. Los mayores de 50 años son un perfil sobre el que hay que actuar con políticas públicas de empleo ".
Crecimiento constante de población, por encima de la media catalana, que sitúa la comarca en 904.240 personasEl Barcelona tuvo un crecimiento respecto al año 2015 de 3.579 personas, un 0,4%, ligeramente por encima de la variación de Cataluña, que fue del, 0,2%. La comarca supone ya el 12% del total de la población catalana que es de 7.522.5966 personas.
Si nos fijamos en la evolución de la población de los últimos años hay que distinguir entre el período comprendido entre el año 2000 y el 2009 y de 2010 en adelante. En el primer período, se registran importantes incrementos de la población tanto en el Vallès Occidental como en el conjunto de Cataluña. En nueve años, el Barcelona aumentó su población en 161.712 personas, y Cataluña en 1.213.421. Este crecimiento se dio por el importante aumento de la población llegada desde el extranjero, con saldos externos que llegaron hasta 10.464 y 135.097 personas respectivamente en 2006.
En el segundo período, en cambio, la comarca ha tenido una tendencia de crecimiento anual positivo pero inferior al 1%. En seis años, ha acumulado un crecimiento absoluto de 17.710 personas, superior al crecimiento del conjunto de Cataluña, de 10.215 personas, que registró de pérdidas población entre los años 2013 y 2015.
Por municipios, esta capacidad para atraer y hacer crecer la población residente se da en términos generales, siendo quince de los veintitrés tres municipios que registran un crecimiento del número de habitantes respecto al año 2015. A diferencia del periodo 2000-2009 , en que se registra un aumento de la población de manera generalizada entre los municipios de la comarca, en los últimos seis años son sólo cinco los municipios que pierden población.
Fuerte capacidad de acoger personas provenientes del resto de Cataluña y del Estado, repunte de llegada de la población extranjera pero descenso de la natalidadEl diferente comportamiento de la evolución la comarca y Cataluña en los últimos seis años viene explicada, principalmente, por el comportamiento de las migraciones internas. La capacidad de atracción de población proveniente del resto de Cataluña y del Estado en la comarca ha permitido compensar la importante pérdida de personas provenientes del extranjero, que registró saldos negativos entre los años 2010 y 2014. En Cataluña, por el contrario, la migración interna ha sido negativa entre el periodo 2005 y 2015. Este fenómeno ha permitido a la comarca compensar el descenso constante del crecimiento natural, dado el descenso de la natalidad iniciado en 2008.
Cabe destacar que el año 2016 se registra un incremento de la población extranjera que, a pesar de ser muy moderado, de un 0,1% (44 personas), rompe con los cuatro años consecutivos de disminución.
Buen cierre de año con la creación de 15.973 puestos de trabajo y 644 empresas respecto en 2015.El Barcelona ha cerrado el año con un importante crecimiento de su tejido socioeconómico y ha consolidado el cambio de tendencia iniciado en 2014, después de seis años anteriores de pérdidas constantes. Este ciclo de tres años ha permitido recuperar más de la mitad de los puestos de trabajo y el 34% de las empresas destruidas de 2008 a 2013. Si en 2017 mantiene la tendencia de crecimiento, las cifras absolutas al terminar el año se situarán muy cercanas a las registradas en 2008.
Cabe destacar también que el crecimiento anual de empresas y, sobre todo, de puestos de trabajo en la comarca, ha sido superior al crecimiento registrado en Cataluña, aportando el 14% de los 110.979 puestos de trabajo creados en el conjunto del país.
Este buen comportamiento general se ha acompañado de mejoras en otros indicadores, como el aumento de la población activa desde el año 2014, tras un largo período de retroceso, que se sitúa en 430.575 personas, con una tasa de actividad de 86,5%, igualando ya la del año 2008. en paralelo, las personas desocupadas al terminar el año eran de 58.254, siguiendo un descenso constante del paro desde el cuarto trimestre de 2013. Este hecho ha comportado una reducción importante de la tasa de paro registral que se sitúa en un 13,53%, superior pero a la media catalana del 12,99%.
Comportamiento sectorial positivo pero desigual: más intenso en la construcción que la industria.Por sectores económicos, se ha registrado un crecimiento anual positivo en todos ellos aunque con diferentes intensidades. Los servicios, la construcción y la agricultura han crecido por encima de la media comarcal, mientras que la industria lo ha hecho por debajo.
Los servicios ocupan el 72% de la actividad comarcal y, dentro de este sector, son los servicios relacionados con la empresa y la ciudadanía los que registraron los mayores incrementos de empleo. En los servicios relacionados con la empresa son las actividades con servicios a edificios y los seguros las que registran un mayor aumento. Por su parte, el empleo en los servicios a la ciudadanía crece sobre todo en actividades con un peso predominante del sector público: sanidad y educación.
La industria aporta el 21,3% de los puestos de trabajo de la comarca y el 18,4% de los empleos industriales en Cataluña. Las actividades industriales han tenido un comportamiento desigual y, sin registrar ningún aumento importante, el textil y la química muestran un mejor comportamiento, mientras que la agroindustria y la automoción registran una evolución negativa.
La construcción continúa la fuerte aceleración iniciada en 2014, con un crecimiento anual de casi dos puntos por encima de la media comarcal. El buen comportamiento de estos sector se extiende a todas sus actividades y destaca, sobre todo, el crecimiento del empleo en la construcción de carreteras y de edificios y las actividades de promoción inmobiliaria, que han generado el 62% de los nuevos puestos de trabajo en este sector.
Fuerte contratación temporal y en perfiles de baja cualificaciónEl ritmo de contratación trimestral de 2016 se ha situado por encima de los 80.000 contratos, el mejor registro desde el año 2008. Sin embargo, la contratación indefinida ha pasado de representar el 20% antes de la crisis, en 2009, a sólo un 14% en los años posteriores.
La contratación temporal situada alrededor del 86% de la total está muy ligeramente por debajo de la media catalana, alrededor del 87%, y se concentra en contratos de menos de un mes o de duración indeterminada. Estas nuevas contrataciones se focalizan en ocupaciones elementales que requieren de un nivel formativo bajo en el sector terciario, sobre todo en los servicios de comida y bebidas, servicios a edificios y actividades de jardinería y actividades administrativas de oficina.
Una contratación de baja calificación que se correspondiente también con el perfil mayoritario del desempleado: con estudios secundarios (65%) y provenientes de ocupaciones elementales (31,8%), y que continúa aumento el peso de aquellos que son de edad avanzada (54,5%) y con más de un año en situación de desempleo (46,2%).
Así pues, a pesar de la buena evolución general, algunos indicadores específicos muestran aspectos más críticos del comportamiento y situación del mercado de trabajo, con la necesidad de activar medidas que permitan disponer de una mejor cualificación de la población activa y de un tejido empresarial más competitivo, requiriendo de trabajadoras y trabajadoras de mayor calificación.