Bajo el título "Todo lo que hace falta saber sobre la recogida lateral de la basura", el edil socialista abre el turno de preguntas y respuestas en rojo y negro respectivamente, contando que la recogida lateral es buena porque permite a los camiones recoger más escombros en menos tiempo y con menos personal y lo que es muy importante, con menos contaminación de CO2.
En los apartados de interrogantes y respuestas, salvo la que se refiere a la utilización del personal sobrante en otros menesteres de la limpieza urbana, hace referencia a la implantación progresiva que comenzará con el 25 por ciento y terminará con un techo de 80, porque en el centro los nuevos grandes contenedores no son viables debido a la estrechez de las calles y en algunas avenidas tampoco porque podrían entorpecer el tráfico.
Aborda también el tema de los rumores, la polémica, las valoraciones. Escuchar, estudiar, dar o no la razón.
Sin embargo, el tema central de cualquier ciudad que son las medidas higiénicas no son abordados por Ballart. Porque más pequeños o más grandes, los contenedores, llenos o vacíos, seguirán siendo nido de moscas y malos olores y el lavado de los mismos con, por ejemplo, camiones cisterna hubiese sido una idea primaria más factible contando, como parece ser que se ha contado, con dos millones de euros.
El otro tema grave en una ciudad que no es famosa precisamente por su limpieza, es el incivismo de muchos vecinos que convierten los deseos de una mayoría en el aspecto que le da una minoría y una ciudad que pudiera ser más limpia se ha convertido en lo que a diario se ve alrededor de los contenedores... y en otros puntos.