En octubre del 2012, el Consejero de Territorio y Sostenibilidad del gobierno conservador catalán, Lluis Recoder, anunció con bombos, pompa, platillos y toda esa parafernalia a los que acostumbra la casta política que se reiniciaban los trabajos del Metro del Vallès. Y se reiniciaron... aparentemente.
Sin embargo, entre las previsiones que hizo el hombre, destacaba una que hacía referencia a que en Terrassa el Metro, con sus tres flamantes estaciones estaría a pleno rendimiento en 14 meses a lo sumo (doce o catorce meses, dijo el cauto caballero), es decir, que el famoso Metro que de Metro tiene lo que este redactor de burro, porque es simple y llanamente un tren, debería estar funcionando desde octubre del año pasado o en su defecto, respetando la flexibilidad del representante de la derecha nacionalista, en diciembre.
Pero estamos en junio y los convoyes brillan por su ausencia y los vecinos de Terrassa se siguen trasladando en su tradicional transporte público o en sus vehículos de tracción mecánica o humana o, por qué no, que es más sano, caminando,
Hace un par de días uno de nuestros lectores nos preguntó "¿Y el Metro para cuándo?" y por mucho que nos conteste algún político "para cuando", ya es difícil dar crédito a lo que digan,
Los túneles del Metro comenzarán a caerse de viejos
Lo único que parece cierto de todo este cuento del Metro es que cuando estos señores a los que si se hubiese encargado la construcción de la Gran Pirámide de Egipto, aún no habrían terminado de poner las piedras de la primera hilera, inauguren algun día la famosa prolongación del tren de la Generalitat, habrá que apuntalar los túneles que amenazarán para entonces con caerse de viejos.
Sin embargo, entre las previsiones que hizo el hombre, destacaba una que hacía referencia a que en Terrassa el Metro, con sus tres flamantes estaciones estaría a pleno rendimiento en 14 meses a lo sumo (doce o catorce meses, dijo el cauto caballero), es decir, que el famoso Metro que de Metro tiene lo que este redactor de burro, porque es simple y llanamente un tren, debería estar funcionando desde octubre del año pasado o en su defecto, respetando la flexibilidad del representante de la derecha nacionalista, en diciembre.
Pero estamos en junio y los convoyes brillan por su ausencia y los vecinos de Terrassa se siguen trasladando en su tradicional transporte público o en sus vehículos de tracción mecánica o humana o, por qué no, que es más sano, caminando,
Hace un par de días uno de nuestros lectores nos preguntó "¿Y el Metro para cuándo?" y por mucho que nos conteste algún político "para cuando", ya es difícil dar crédito a lo que digan,
Los túneles del Metro comenzarán a caerse de viejos
Lo único que parece cierto de todo este cuento del Metro es que cuando estos señores a los que si se hubiese encargado la construcción de la Gran Pirámide de Egipto, aún no habrían terminado de poner las piedras de la primera hilera, inauguren algun día la famosa prolongación del tren de la Generalitat, habrá que apuntalar los túneles que amenazarán para entonces con caerse de viejos.