Lo dijimos desde un principio. Desde el punto de vista operativo, poner nuevos contenedores para mejorar la imagen, ha sido un proyecto chapucero imperdonable, porque con estos contenedores más grandes, han eliminado algunos puntos antiguos y con esto amén de que no se gana nada, se ha gastado un montón de dinero sin que como es habitual, se produzca alguna dimisión o alguna explicación expiatoria... Hasta esos extremos no llega la transparencia que como todo lo intangible es abstracta y flexible.
Pero el aspecto que es imperdobale e inexplicable, volviendo al tema, es la actitud incívica de muchos vecinos que con irrespetuoso desdén ni siquiera se toman la molestia de levantar las tapas de los contenedores o buscar los huecos para introducir cartones o envases plásticos. Simplemente llegan al sitio donde están y tiran los escombros a su alrededor sin mayor miramiento y el resultado es lo que se observa en la gráfica captada este miércoles a las diez de la mañana con los contenedores semi vacíos.