El modus operandi que utilizaba para asaltar las abuelas era siempre el mismo: primero se vestía de trabajador de una compañía eléctrica para tener credibilidad y poder acceder a los domicilios. Una vez localizaba una casa en la que hubiera una mujer mayor, siempre en Terrassa, entraba con la excusa de mirar el contador. Ya dentro comprobaba todas las estancias para asegurarse de que la mujer estuviera sola y, una vez tenía la certeza, las abordaba violentamente y las ataba de manos y pies para poder revolver el piso y poder sustraer todas las joyas y dinero en metálico lico que podía.
El primero de los robos tuvo lugar el 18 de noviembre. El delincuente, vestido como trabajador de la compañía de electricidad, intimidó a la víctima con un cúter y la ató de manos y pies. Después de revolver el piso se llevó varias joyas así como un teléfono móvil. Aunque no sufrir lesiones graves, la víctima sufrió politraumatismos y pérdida momentánea del conocimiento.
Hasta el 25 de junio de este año, el autor de los hechos cometió un total de ocho robos en Terrassa, siempre tomando como víctimas a mujeres de entre 70 y 85 años. En total sustrajo más de 5.600 euros, una gran cantidad de joyas así como dos lingotes de oro de 50 gramos cada uno.
Cabe destacar que a pesar de la violencia que empleaba el ladrón, ninguna de las víctimas resultó gravemente herida, aunque las ocho mujeres necesitaron recibir asistencia médica. En uno de los casos el hombre le dio un fuerte golpe en la cabeza, la arrastró y le tapó la boca para que no gritara.
Así pues, una vez que los agentes tuvieron al presunto autor totalmente identificado, detuvieron a Terrassa en la vía pública. En su domicilio se encontraron una gran cantidad de joyas, procedentes de los robos, las cuales están pendientes de ser devueltas a sus propietarios legítimos.
Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó su ingreso en prisión.