Mucho Muchacho fue ayer el plato fuerte de una jornada musical en la que el grupo se llevó las palmas del éxito ante otros a los que pocos, al menos de los jóvenes con los que pudimos conversar, conocían.
También resulta curioso el poco control que parece existir sobre el consumo de bebidas alcoholicas, pues había chicos y chicas con aspecto de púberes exhibiendo evidentes síntomas de embriaguez, a no ser que estuvieran disimulando, que todo es posible en el mundo de la imitación.
En torno a esto, nos acercamos a una chavalina que aparentaba unos trece o catorce años que sostenía un vaso con bebida a medias y al preguntarle la edad, como respuesta nos dio un sonoro y halitósico eructo que se confundió con las carcajadas del grupo de cinco o seis presuntos menores que la acompañaban..
En casos como este, o se controla o... se descontrola.