El setenta por ciento de los vecinos de Terrassa prefiere caminar en sus desplazamientos de un sitio a otro. Solamente la mitad valoran el servicio del transporte municipal y en un apartado que más que sorprendente da una pauta de que la encuesta no tiene más valor que el de la casualidad, solamente tres de cada diez vecinos prefiere el coche para sus traslados y solamente dos de cada diez, la bici.
Estos y otros datos que se deben tomar con la misma cautela que el método utilizado, que no es otro que una encuesta insertada en la parte destinada a la movilidad en la web municipal, pretenden dar respuesta dentro de unos parámetros que omiten otros posibles, nada dicen sobre el verdadero motivo de la poca utilización, por ejemplo, de la bicicleta y mientras se pierden en explicaciones tan rebuscadas como el miedo a hacerlo en el casco urbano o la escasez de carriles bici o simplemente de carecer este medio de tracción humana, el verdadero motivo es la orografía local, la que según la edad o la condición física de la persona, es harto pesada...
Para entendernos y ser transparentes como los políticos, pero sin la necesidad de presumir de ello por carencia, si vas a un sitio en bajadita, irás pedaleando con cara de recién eyectado, pero al regreso, en subidita, irás resoplando y maldiciendo con cara de... ¡Lo contrario!... y eso es muy molesto.
En todo caso, como en el resto de los puntos, los porcentajes se solapan y tenemos que estos superan el 100 por ciento, lo que los convierte en menos creíbles..
En todo caso, como no sea que se le haya dado algo de la calderilla de esa que sobra de la deuda municipal al creador de esta encuesta, no se ha gastado en personal y medios para hacerla 'de campo' con los resultados, naturalmente, a medida del cliente, como suele suceder con las que de vez en cuando se hacen en los autobuses municipales.
Para ser más claros, el valor de esta encuesta inconclusa, es el mismo que tiene una encuesta en la Ser o en la Cope, porque cada parroquiano tirará hacia su templo, aunque esta es más enredada, con cero valor científico.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.
Estos y otros datos que se deben tomar con la misma cautela que el método utilizado, que no es otro que una encuesta insertada en la parte destinada a la movilidad en la web municipal, pretenden dar respuesta dentro de unos parámetros que omiten otros posibles, nada dicen sobre el verdadero motivo de la poca utilización, por ejemplo, de la bicicleta y mientras se pierden en explicaciones tan rebuscadas como el miedo a hacerlo en el casco urbano o la escasez de carriles bici o simplemente de carecer este medio de tracción humana, el verdadero motivo es la orografía local, la que según la edad o la condición física de la persona, es harto pesada...
Para entendernos y ser transparentes como los políticos, pero sin la necesidad de presumir de ello por carencia, si vas a un sitio en bajadita, irás pedaleando con cara de recién eyectado, pero al regreso, en subidita, irás resoplando y maldiciendo con cara de... ¡Lo contrario!... y eso es muy molesto.
En todo caso, como en el resto de los puntos, los porcentajes se solapan y tenemos que estos superan el 100 por ciento, lo que los convierte en menos creíbles..
En todo caso, como no sea que se le haya dado algo de la calderilla de esa que sobra de la deuda municipal al creador de esta encuesta, no se ha gastado en personal y medios para hacerla 'de campo' con los resultados, naturalmente, a medida del cliente, como suele suceder con las que de vez en cuando se hacen en los autobuses municipales.
Para ser más claros, el valor de esta encuesta inconclusa, es el mismo que tiene una encuesta en la Ser o en la Cope, porque cada parroquiano tirará hacia su templo, aunque esta es más enredada, con cero valor científico.
Así es la vida. Así son y así están las cosas.